José Martí y su grandeza como periodista

Más allá de sus cualidades como patriota durante su breve pero fecunda existencia, José Martí sintió un gran amor por Cuba y se dedicó por entero a la causa de la lucha por su independencia, y de haber sido además alguien que aportó a la cultura por crear muchos poemas, varios obras de teatro y una novela, su ejercicio como cónsul de países de América Latina en Nueva York y también como profesor, puede afirmarse que sobresalió igualmente como un gran periodista.

Desde la etapa de su juventud publicó su primer trabajo de carácter político en El Diablo Cojuelo, creado por su gran amigo de la infancia Fermín Valdés Domínguez.

Eso fue en enero de 1819. Estaba próximo a cumplir 16 años. Entonces afirmó:  “Nunca supe yo lo que era público, ni lo que era escribir para él, más a fe de diablo honrado, aseguro que ahora como antes, nunca tuve tampoco miedo de hacerlo.”

No es hasta algo más de dos años después que Martí  elabora otros trabajos, en este caso en España. Tras haber sufrido por sus convicciones patrióticas el presidio y la realización de trabajo forzado, el joven Martí se vio obligado a salir de Cuba en calidad de deportado hacia la península ibérica.

En España escribe primero un material titulado “Castillo”,  apellido de un viejo prisionero en Cuba en el que detalla la situación que padecía en las jornadas de trabajo forzado en las Cánteras de San Lázaro.

Seguidamente redacta otro trabajo mucho más amplio sobre el presidio político en Cuba en el que cita a otros de los que lo padecían, incluso adolescentes y llegó a señalar al respecto:

Dolor infinito debía ser el único nombre de estas páginas. Dolor infinito, porque el dolor del presidio es el más rudo, el más devastador de los dolores, el que mata la inteligencia, y seca el alma, y deja en ella huellas que no se borrarán jamás.”

En 1873 Martí vuelve a utilizar el periodismo ésta vez para exigir que los gobernantes españoles tuvieran en cuenta el reclamo de  los cubanos de lograr la independencia de su tierra natal.

En España se había proclamado la República y en un trabajo titulado La República española ante la Revolución cubana, José Martí planteó:

 Hombre de buena voluntad, saludo a la República que triunfa, la saludo hoy como la maldeciré mañana cuando una República ahogue a otra república, cuando un pueblo libre al fin comprima las libertades de otro pueblo, cuando una nación que se explica que lo es, subyugue y someta a otra nación que ha de probar que quiere serlo.”

En 1875 José Martí se trasladó hacia México para reencontrarse con sus padres y hermanas que se habían asentado en dicho país.

Y es en México cuando tiene la oportunidad de poner de manifiesto sus cualidades como periodista.

Mediante Manuel Mercado, con quién a partir de entonces mantendría una significativa amistad, se relacionó con la dirección de la Revista Universal. Primero publicó algunos poemas y materiales y después formó parte de su colectivo. Elaboró múltiples trabajos y realmente eso marcó el rumbo de su vida en la esfera periodística.

Ya en 1877 se trasladó hacia Guatemala país donde  elaboró algunos trabajos, uno sobre los códigos nuevos que eran objeto de análisis para su posible aplicación y el otro fue un folleto identificado con el nombre de ese país centroamericano, que se publicó en 1878 en México.

Pero sobre todo ya en Guatemala quiso crear una revista con objetivos muy bien definidos aunque esto no pudo lograr hacerlo realidad en esos momentos.

Tras un retorno a Cuba entre mediados de 1878 y hasta septiembre del año siguiente Martí nuevamente salió hacia España otra vez deportado, pero en dicho país sólo permaneció alrededor de tres meses ya que decidió trasladarse hacia los Estados Unidos y se radicó en la ciudad de Nueva York.

Entonces escribió algunos trabajos para distintas publicaciones, pero en enero de 1881 viajó hacia Venezuela, donde tuvo otra gran oportunidad en el campo del periodismo al relacionarse con el periódico La Opinión Nacional, de Caracas.

Además de ello fue en Venezuela, al contar con el apoyo de los directivos de la citada publicación que pudo crear y dirigir una revista, de la cual lamentablemente sólo pudo editarse en dos ocasiones. Uno de los trabajos reflejados en esa segunda edición provocó la reacción airada del gobernante de dicho país. Éste decretó el cierre inmediato de la publicación y la salida de Venezuela de Martí.

Retornó entonces a Nueva York pero mantuvo inicialmente la relación con la Opinión Nacional a la cual envió una gran cantidad de trabajos y después logró establecer vínculos sistemáticos con La Nación de Buenos Aires, Argentina.

Martí y su consagración como periodista

En los Estados Unidos el Apóstol de nuestra independencia también elabora materiales para La América, publicación que llega a dirigir,  y en 1889 encara el hermoso proyecto de escribir para los niños de América mediante la revista La Edad de Oro, de la cual salieron 4 ediciones. El cese de la publicación de la revista no fue porque Martí desistiera de ese empeño sino por contradicciones que se presentaron con su editor.

Ya en 1892 cuando se hallaba de manera intensa en su procesión para lograr que en Cuba se reanudara la guerra por la independencia, Martí creó el periódico “Patria”, cuyo primer número circuló en Nueva York el 14 de marzo de ese año.

José Martí concibió a “Patria” como vocero de la emigración cubana y como vía eficaz para intensificar la campaña de propaganda revolucionaria a favor de la lucha por la independencia de Cuba y Puerto Rico.

En su primer número apareció un artículo suyo titulado “Nuestras ideas” en el que detalló los objetivos de la publicación, al exponer:  “Para juntar y amar, y para vivir en la pasión de la verdad, nace este periódico”.

En ese trabajo resaltó, además,  la necesidad de hacer la guerra por la independencia de Cuba. Igualmente hizo una reflexión en el citado artículo sobre las características de los seres humanos al afirmar  que los fuertes, prevén y que  los hombres de segunda mano esperan la tormenta con los brazos en cruz.

Durante varios años, hasta fecha cercana a su muerte, en 1895, Martí alentó la publicación de Patria y siguió escribiendo para dicho periódico consciente del gran papel que podía significar el combate mediante la fuerza de la palabra.

Día de la Prensa en Cuba

Desde 1992, en ocasión de conmemorarse el centenario de publicado el primer número del periódico “Patria”, se decidió celebrar anualmente en la fecha del 14 de marzo el día de la prensa en Cuba.

Anualmente se realiza una jornada en la que entre otras actividades se hace entrega por la obra de la vida del Premio Anual de Periodismo “José Martí” a destacados periodistas, así como el Premio Anual Juan Gualberto Gómez a los que en el período comprendido han sobresalido por su labor en los diferentes medios de difusión y en especialidades tales como fotorreporterismo, gráfica e hipermedia.

Varios periodistas cubanos, que han laborado de manera específica en la radio han sido reconocidos con el Premio Nacional “José Martí” y anualmente otros colegas de este medio de difusión también han sido reconocidos con el Premio “Juan Gualberto Gómez».

IDEAS DE JOSÉ MARTÍ SOBRE EL PERIODISMO (*)

No existe gobierno invulnerable, la prensa debe ser el examen y la censura, nunca el odio ni la ira que no dejan espacio a la libre emisión de las ideas. Nunca se acepta lo que viene en forma de imposición injuriosa; se acepta lo que viene en forma de razonado consejo  (Escenas mexicanas, Revista Universal, México, 1875).

Solo quién sabe de periodismo, y de lo costoso del desinterés, puede estimar de veras la energía, la tenacidad, los sacrificios, la prudencia, la fuerza de carácter que revela la aparición de un diario honrado y libre (En el periódico Patria)

No hay monarca como un periodista honrado (Un gran escándalo, La Nación, Buenos Aires, 1886).

No es el oficio de la prensa periódica informar ligera y frívolamente sobre los hechos que acaecen, o censurarlos con mayor suma de afecto o de adhesión (Escenas mexicanas, Revista Universal, México, 1875).

La prensa no puede ser, en estos tiempos de creación, mero vehículo de noticias, ni mera sierva de intereses, ni mero desahogo de la exuberante y hojosa imaginación (La Nación, Buenos Aires, 1882).

El arte de escribir ¿no es reducir? La verba mata sin duda la elocuencia. Hay tanto que decir, que ha de decirse en el menor número de palabras posibles: eso sí, que cada palabra lleve ala y color (La Nación, Buenos Aires, 1887).

Tiene la prensa periódica altísimas misiones; es la una explicar en la paz, y en la lucha fortalecer y aconsejar; es la otra hacer estudio de las graves necesidades del país, fundar sus mejoras, facilitar así la obra a la administración que rige (Escenas mexicanas, Revista Universal, México, 1875).

 El escritor diario no puede pretender ser sublime (…) El escritor diario, que puede ser sublime a las veces, ha de contentarse con ser agradable (Revista Universal, 1875).

La prensa es un vigía que lo desentierra todo (Cartas de Martí, La Nación, Buenos Aires, 1885).

El desinterés del periodista es esencial. Aflige cobrar por lo que se piensa: y más si, cuando se piensa, se ama. Un periódico sin generosidad, es un azote. Un periódico generoso, es una columna.

Periodismo magno el de quienes en papeles condenados a desaparecer en horas o días, escriben para años.

Toca a la prensa encaminar, explicar, enseñar, guiar, dirigir, tócale examinar los conflictos, no irritarlos con un juicio apasionado, no encarnizarlos con un larde de adhesión tal vez extemporánea, tócale proponer soluciones, madurarlas y hacerlas fáciles (Escenas mexicanas, Revista Universal, México, 1875).

 El periódico es una espada y su empuñadura la razón. Solo deben esgrimirla los buenos, y no ha de ser para el exterminio de los hombres, sino para el triunfo necesario sobre los que se oponen a su libertad y progreso.

Odio la pluma que no vale para clavar la verdad en los corazones y sirve para que los hombres defiendan lo contrario de lo que les manda la verdadera conciencia, que está en el honor, y nunca fuera de él.

 Las que siguen a continuación pertenecen al artículo Sobre periodismo, publicado en el periódico Patria, en 1892

 (…) que un periódico sea literario sea literario no depende de que se vierta en él mucha literatura, sino que se escriba literariamente todo. El periódico debe estar siempre como los correos antiguos, con el caballo enjaezado, la fusta en la mano, y la espuela en el tacón.

(…) debe, extractando libros, facilitar su lectura a los pobres de tiempo. O de voluntad o de dinero. Hacer asistir a los teatros, como sentados en cómoda butaca que este efecto hace una alineada y juiciosa revista, a los pobres y a los perezosos. Debe desobedecer los apetitos del bien personal, y atender imparcialmente al bien público.

(*) Tomado del sitio web de cubaperiodistas.cu

Autor

  • Víctor Pérez-Galdós Ortiz

    Licenciado en Periodismo, escritor, investigador de la Historia. Colaborador del Portal de la Radio Cubana. Ha laborado en la radio durante algo más de 50 años en la creación de programas históricos y culturales. Desempeñó funciones de Dirección. En la radio y la televisión ha sido asesor y escritor de guiones. También ha colaborado para diversas plataformas digitales. Ha publicado 15 libros. Es miembro fundador del Icrt, y se le han otorgado varios reconocimientos como Maestro de Radialista, Honrar, honra, Premio Patria y la Utilidad de la Virtud por la Sociedad Cultural José Martí. Ha impartido conferencias magistrales y pertenece al grupo asesor de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).

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