La histeria de las bestias

Pero cuando ese órgano grita, entonces entra en un ataque de histeria que le obliga a atacar feroz y cruelmente a toda la fauna, sean pequeños o grandes, con mayores o menores posibilidades de defensa.

Así son estos verdugos fascistas modernos como los Trump, Bolton, Pence, Rubio y Pompeo. En medio de la crisis de nervios que ya están padeciendo incurren hasta en el ridículo, porque creen que las grandes masas de esta humanidad son anormales incapaces de entender donde está la verdad y donde la mentira.

Todo indica que el sistema nervioso se les altera al comprobar que cada día crecen más los pueblos insubordinados. Les faltaría otra fase por sufrir cuando algún día más tarde o más temprano comprueben horrorizados el fin de su maldad.

Como se conoce, la mentira les resulta un arma muy poderosa para atacar a mansalva a cualquier gobierno legítimo que no esté dispuesto a obedecer órdenes imperiales.

Y en el caso Cuba andan locos intentando, como lo hacen con nuestra hermana Venezuela, destruirnos a toda costa, utilizando para ello ya no solo el criminal bloqueo y sus leyes extraterritoriales como la Helms-Burton.

Ahora añaden un gran saco de mentiras a granel para hacer de la isla un antro de maldad inaudito. Veamos unos pocos ejemplos entre muchos: la presencia de servicios de inteligencia y el ejército cubano en la nación bolivariana; resulta que ahora el personal de la salud cubana no son médicos, sino «matones», incluyendo mujeres; pero no les basta, y entonces aseguran que nuestros médicos recorren los barrios advirtiendo que si no votan por el gobierno se les negará los servicios de salud.

Hay más: acusan a Cuba de atacar a sus diplomáticos, de violar los derechos humanos, de ser responsable por la situación de Venezuela (que ellos han creado, por supuesto); y lea bien y despacio por favor: nuestra pequeña isla representa una amenaza para EE.UU., pero no les basta y añaden que defendemos los intereses de potencias extranjeras en nuestro hemisferio.

¡Qué clase de seres son estos! Echan tanta maldad en la copa que se derrama con gran pestilencia encima de nuestros pueblos, los mismos que no quieren ser lacayos ni ovejitas obedientes de órdenes gringas. A estas alturas no tengo dudas: el monstruo se despeñará al barranco de la historia huyendo de la justicia y caerá en el olvido y ostracismo.  Nuestras descendencias leerán «La verdadera historia de un imperio que fue y ya no es».

“Lo que nunca podrán imaginarse aquellos que cometen crímenes contra los pueblos en la embriaguez de su impunidad y en el carácter efímero de su poder, es que la verdad siempre se abre paso más tarde o más temprano”. Fidel Castro Ruz.

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