Cualquier persona de este mundo puede preguntarse hoy, ¿cómo es posible tanta injusticia, tanta barbarie, tanto genocidio en nuestros días si se tiene en cuenta la situación actual que tiene perpleja a la humanidad?La respuesta es bien sencilla de pronunciar, aunque sumamente triste de entender: ES EL FASCISMO ACTUAL que pugna, desde hace muchos años, por reverdecer insolente, cínico, capaz de las atrocidades más deleznables que pueda cometerse.
Y se erige en nuestros días, cual si fuera un vencedor contra la dignidad humana.
Pero claro, no surgió espontáneo y sorpresivamente, lo hizo en maridaje con las fuerzas más oscuras, dígase imperio yanqui, de la mano de la Unión Europea –siempre sumisa al primero- y bailando a los mismos acordes el gran mundo de los poderosos medios de comunicación.
Analicemos, con su permiso, el contexto de nuestro mundo actual: conflicto Rusia-Ucrania, este último país al servicio incondicional de Estados Unidos –es muy reconocido que su actual presidente es un fascista declarado- y Rusia, por su parte, decidida a defender al país para evitar que aquella se convierta en otra base militar prácticamente en su propio territorio, lista para atacar en cuanto su dueño lo decida.
Es por eso el gran baile de millones de dólares que el imperio gasta a raudales para lograr el fin deseado, unido a todo tipo de armamento que fluye sin control para Ucrania y que va a parar, en muchos casos, a las manos ansiosas de terroristas internacionales.
El conflicto Israel-Palestina deja atónito a cualquier persona honesta de este mundo. Parece un film de ciencia-ficción con el horror como plato fuerte. Y vuelven preguntas sin respuesta de la comunidad internacional: ¿Cómo es posible?, ¿Por qué el ensañamiento de Israel que rompe todos los límites de la convivencia humana?
Cuando leemos múltiples informaciones comprobamos la certeza de lo incomprensible: ya los muertos en la Franja de Gaza de un momento a otro alcanzará la cifra de 5 mil, donde se incluyen una gran cantidad de niños que hasta hace poco jugaban o estudiaban en su tierra, y hoy yacen debajo de los escombros. ¿Quién es capaz de tanto horror? El gobierno de Israel –remarco el gobierno, para no confundir con el pueblo de ese país- que en un derroche de maldad se ha propuesto aniquilar a todos los palestinos, de modo que no quede ni rastro de ellos.
Palestina cometió el “gran error” de defenderse y por tanto debe pagar bien caro u osadía.
Ya no albergo duda alguna. Hitler quiere resurgir de su pantano; cuenta con discípulos muy aventajados que, obedientes, le son fieles. Ayer, muchos seres murieron quemados vivos en los hornos, o de un disparo en la cabeza, o sufriendo los más increíbles castigos, y hoy se utilizan con destreza el fósforo blanco que también quema el cuerpo; las bombas de racimo y cualquier otra arma prohibida por Naciones Unidas para exterminar a infelices palestinos, y no dejar rastro de ellos. Es una verdad que sentimos como si las fauces de una bestia nos apretara el corazón y quisiera devorarnos con saña; es que nos parece imposible tanta maldad, pero ahí está, delante de nosotros, retadora y prepotente para seguir reinando.
¡Muchos millones para la muerte!, y muy poco para matar el hambre, para acabar con el analfabetismo, para cuidar el medio ambiente, para el desarrollo científico, en fin…para vivir como se debe, en paz y armonía entre los pueblos. Porque el lamento, al final, no resuelve absolutamente nada.
Joven cubano improvisa unas décimas en una manifestación de apoyo a Palestina en La Habana
No puedo quedarme inerte,
yo dejo que el alma mande,
la guerra es un monstruo grande,
y esta pisando muy fuerte.
Y ahora yo pido en la suerte
esa que siempre se empina:
soy de… pic.twitter.com/yOdx272yFs— El Necio (@ElNecio_Cuba) October 25, 2023
Es la lucha tenaz y sin descanso lo que logrará paz. No necesariamente tenemos que incendiar al enemigo, podemos derrotarlo con otras armas no convencionales. Piense…piense y verá que esas armas existen, pero hay que tener coraje para utilizarlas. Ya no valen tertulias de café con leche en las que muchos esconden sus “intereses particulares” en una vitrina adornada con “buenas intenciones”.
Hay que evitar el holocausto, no puede triunfar la muerte.
“Los pocos seres humanos que sobrevivan al primer espanto, …solo habrán salvado la vida para morir después por el horror de sus recuerdos”. Gabriel García Márquez