A Cuba sus hijos en cualquier parte del mundo, le ponen corazón

La iniciativa «Juntos por Cuba» lanzada en Europa es la promotora de este encuentro, que al decir de sus organizadores es un espacio para compartir experiencias y fortalecer las actividades de apoyo y ayuda a la Mayor de las Antillas, afectada como el resto del mundo por la COVID-19.

Pero que además, ve obstaculizado su enfrentamiento a la pandemia y su desarrollo por el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos desde hace casi seis décadas.

Un cerco económico recrudecido durante el mandato del hoy ex presidente Donald Trump que adoptó más de 200 medidas contra el pueblo cubano. Sesenta de ellas incluso, bajo el adverso panorama de la enfermedad causada por el nuevo coronavirus y que la actual administración de Joe Biden mantiene intactas.

Humana y noble ha sido la labor en estos meses de pandemia de los cubanos residentes en otras naciones, que han enviado equipos y materiales médicos, a través del aporte de dinero y la recogida de donativos.

En estas donaciones también está la mano de ciudadanos de otras nacionalidades que acompañan a Cuba en su lucha contra el criminal bloqueo y simpatizan con la revolución cubana.

Desde Alemania, Francia y Bélgica, entre otros países, ha llegado una invaluable ayuda. Según se conoció en la primera quincena de noviembre próximo se preparará en territorio belga otro envío al archipiélago.

Pero el accionar de los emigrados cubanos en estos meses ha sido mucho más amplio. Han participado en las distintas  caravanas mundiales en contra de la política hostil estadounidense y han reclamado el levantamiento del bloqueo.

Y es que son incontables los cubanos que viven en el exterior que mantienen un estrecho vínculo con el país donde nacieron, un vínculo que han legado a sus hijos y nietos y que se ha fortalecido con el tiempo a partir del llamado diálogo del 78, impulsado por el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro.

Desde ese momento se ha desarrollado un proceso continuo e irreversible de acercamiento entre Cuba y sus nacionales en el mundo, pues como afirmara  Fidel Castro, hace más de cuatro décadas  «…La Comunidad existe. La Comunidad es una fuerza y a la Comunidad se le toma en cuenta.»

Y la gran mayoría de nuestros compatriotas residentes en otras partes del mundo han demostrado ser una parte esencial de la Patria y de no renunciar jamás a sus raíces y a ese espíritu solidario, humanista y de lucha que nos inculcaron nuestros próceres independentistas.

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