por La fundación de Fernandina de Jagua data de 1819, cuando colonos franceses procedentes de Burdeos, con el Teniente Coronel, Don Luis De Clouet sembraron la Majagua, el punto de partida que trazó la manzana, donde se muestra en el sitio indicado, hoy el centro del Parque José Martí, el acta de aquel día cuando establecieron la otrora Villa.
Turistas cubanos y extranjeros acuden a tomar fotos, de esta parte histórica, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la UNESCO y allí se alza un Arco de Triunfo, que conmemora la independencia, único de su tipo en Cuba y semejante al de París.
El Teatro Tomás Terry, al frente, llama la atención, como joya de la cultura cubana, reflejo de la época de oro y muy cerca la Catedral en esta ciudad rica en palacios, parques y el Paseo del Prado más largo del país, con mil 800 metros de longitud, el cual se prolonga hasta el mar.
Un poco más allá, en el reparto residencial de Punta Gorda, el Palacio de Valle exponente del eclecticismo arquitectónico prevaleciente en Cienfuegos. Se armonizan los estilos mudéjar y bizantino con el veneciano, el gótico y el barroco.
Y en la bahía, la Fortaleza Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, construida en 1745, sólido exponente de la arquitectura militar del siglo XVIII en Cuba. Al fundarse era la única construcción de su tipo con que contaba el centro de la Isla para la defensa de ataques de corsarios y piratas.
Toma su nombre Cienfuegos, de José María González de Cienfuegos Jovellanos, quien fue Capitán General de Cuba en el siglo XIX.
Conocida como la Perla del Sur o la Linda Ciudad del Mar, Cienfuegos es la ciudad cubana más importante de cuantas se fundaron en el siglo XIX. Llegó a ser, al decir del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz: La de mayor auge industrial del país.
EN AUDIO: CRONICA DE LA PERIODISTA MIREYA OJEDA DE RADIO REBELDE