Fidelidad con F de Fidel

Ya dijo en una ocasión  Abdelaziz Bouteflika, Presidente de la República Argelina Democrática y Popular que “Fidel viaja al futuro, regresa y lo explica”. Y ese es el reto de la juventud cubana de la actualidad: hacer la Revolución en una etapa enteramente nueva.

La confianza de los jóvenes en Fidel fue la devolución justa a lo que recibieron de él, pues fueron ellos quienes llevaron la alfabetización a toda Cuba cuando el Comandante lo propuso, y fue este quien llenó de escuelas y oportunidades al país para que la sociedad se desarrollase y sobre todo, la juventud pudiese dibujarse su propio futuro.

Fue una relación de total fraternidad la que construyeron Fidel y la juventud y no solo cubana, sino con toda esa que estudió en Cuba o que se acercó a ella. La amistad fue sincera pues las nuevas generaciones, llenas de retos y desafíos, buscaron lograr marcar una pauta en la historia de Cuba. Los jóvenes cubanos tuvieron la fuerte batalla de defender y mantener los logros de la Revolución Cubana en los sectores de la educación, la salud, el aumento progresivo de la economía, entre otros, y tal responsabilidad es primordial en los actuales tiempos.

“Creer en los jóvenes es ver en ellos, además de entusiasmo, capacidad; además de energía, responsabilidad; además de juventud, ¡pureza, heroísmo, carácter, voluntad, amor a la Patria, fe en la Patria! ¡Amor a la Revolución, fe en la Revolución, confianza en sí mismos, convicción profunda de que la juventud puede, de que la juventud es capaz, convicción profunda de que sobre los hombros de la juventud se pueden depositar grandes tareas!”.

Así pensaba Fidel sobre los jóvenes, lo hacía en voz alta y también en sus acciones y es así en su legado, en ese que dejó cuando comenzó el viaje a la eternidad. En la Cuba del presente, en esa cada vez más amenazada, los jóvenes son blanco de influencias por la sabida responsabilidad que sobre ellos recae: seguir haciendo Revolución

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