La catástrofe de Dos Ríos (+Audio)

El autor del libro Dos Ríos: a caballo y con el sol en la frente, recalcó la conocidísima frase del héroe “cuanto hice hasta hoy, y haré es para eso”, donde ese verbo en futuro suscrito el día anterior –dijo- denota una obra grande que realizar, sin el más mínimo sitio para la autoinmolación.

Insistió en que un hombre de páginas tan hermosas, de una acendrada ética, de un humanismo extraordinario, jamás llevaría consigo a semejante sacrificio a un jovencito, para que deliberadamente muriera junto a él.

Rolando Rodríguez García, también Premio Nacional de Historia 2008, aludió en ese pasaje a un eventual mensajero del General Bartolomé Masó Márquez, el joven Ángel de la Guardia, quien cargó contra el enemigo aquella tarde aciaga de la historia de Cuba, ante el reclamo de José Martí.

Reiteró un criterio constante en sus ensayos: Máximo Gómez no debió jamás conminar a José Martí para que abandonara el escenario de la lucha. “Él no podía darle esa orden a su jefe, -aseguró- ¿cómo va a mandarlo para el campamento?”

Declaró Rodríguez García que tal vez lo más aconsejable habría sido que el Generalísimo dispusiera una veintena de combatientes, para que acompañaran y protegieran al Delegado del Partido Revolucionario Cubano en su derecho de participar en un combate.

El renombrado investigador, ensayista y profesor cubano, calificó de catástrofe al combate de Dos Ríos, no solamente por la muerte de aquella personalidad única, sino también porque todo el proyecto de república, de organización de un país, libre de militarismo y del parlamentarismo ineficaz de la Guerra Grande, radicaba en el pensamiento del caído en esa acción.

José Martí cayó pasado el mediodía del domingo 19 de mayo de 1895 en un choque en Dos Ríos de tropas mambisas dirigidas por el General en Jefe del Ejército Libertador, Máximo Gómez, con una fuerte columna española al mando del coronel José Ximénez de Sandoval.

Con el reporte en audio el periodista André Machado Conte

 

 

 

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