Marchar siempre hacia la victoria

Ya conocemos de experiencias que no deben perderse y que fueron puestas en práctica durante los meses más duros de enfrentamiento a la pandemia, de cómo se encaró la atención a personas más vulnerables, pero también de qué ha pasado en los barrios de la capital del país cuando se unen las fuerzas y la unidad de todos se convierte en protagonista.

El proceso de rendición de cuentas del delegado del Poder Popular a sus electores, llega en este contexto, cuando el país comienza a restañarse de heridas psicológicas y también de una disminución drástica de ofertas, de paralización de importantes industrias y el cierre prolongado de nuestras fronteras nacionales.

Pero también se ha hecho en medio de los márgenes de posibilidades que nos ha permitido la pandemia, porque han existido enseñanzas importantes que aportaron los encuentros en los barrios, con los diferentes sectores y grupos de la sociedad civil, en la aprobación de importantes leyes en la recién celebrada sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y en la preparación para enfrentar la entrada de turistas a nuestras instalaciones con todas las medidas de bioseguridad, entre otros.

Estamos saliendo hacia la nueva normalidad en medio de un proceso de fortalecimiento de nuestras organizaciones de masas en los barrios, con el diagnóstico de hacia dónde debemos dirigir nuestros mayores esfuerzos estratégicos que se apuntalan desde las estrategias que sostiene el Partido, -principal fuerza de vanguardia de la sociedad cubana-, aprobadas durante el 8vo Congreso y evaluadas durante el reciente II Pleno del Comité Central y ahora en el proceso de balance municipal.

El país no se ha paralizado. No puede darse ese lujo cuando tiene sobre sí el acoso imperial que se expresa en las más de 240 medidas para recrudecer  el cruel bloqueo de Estados Unidos durante los últimos dos años.

De ahí también el nacimiento de nuevos actores de la economía y su complemento con la Empresa Estatal Socialista.

El país no se paralizó. Se actuó para resistir y crear, con nuestros esfuerzos propios y sin dejar de tener el acoso constante de una guerra ideológica que se atiza desde centros de poder en Estados Unidos para intentar crear un clima de ingobernabilidad en Cuba e incapacidad para resolver problemas.

Por supuesto que el bloqueo no se menciona y en la matriz de opinión del enemigo está todo lo que demonice el papel del Estado.

En este contexto tendrá lugar el proceso de rendición de cuenta de los delegados del Poder Popular a sus electores. Y ahí también los cubanos expondremos nuestros  argumentos. Habrá historias que contar sobre experiencias recientes y pasadas de resistencia familiar y comunitaria, se escucharán ejemplos de altruismo y solidaridad, emergerán nombres de personas anónimas que fueron imprescindibles durante estos meses de lucha contra la COVID-19, habrá reconocimiento al empuje de nuestros científicos para lograr la proeza de nuestras vacunas y avanzar hacia la inmunización de la población y también se escucharán propuestas sobre cómo perfeccionar nuestro trabajo, fortalecer nuestra acción en el barrio y azuzar sensibilidades para ponerle corazón a Cuba en el lugar donde vivimos.

El proceso de rendición de cuenta del delegado del Poder Popular a sus electores deberá pues, convertirse en esa oportunidad sincera y comprometida para ratificar nuestra actitud de «guapear» todos juntos, de verdadero ejercicio de poder del pueblo para quitarle un pedacito todos los días al problema, y entre todos, soñar la Cuba que queremos con el escudo de resistencia que nos caracteriza para avanzar y marchar siempre hacia la victoria.

 

 

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