Un primer grupo de nuevos equipos hasta completar la cifra de mil profesionales de la salud adicionales en 2020 ya se familiariza con su trascendental misión en Caracas, epicentro del rebrote.
Los integrantes del llamado ejército de batas blancas asumen la encomienda del gobierno bolivariano de acudir a donde más los necesita el pueblo.
Las autoridades locales subrayaron el altruismo y abnegación de los médicos de la mayor de las Antillas, que en número total de más de 20 mil se desempeñan en la nación sudamericana.
Los refuerzos en vías de asentarse en Venezuela para respaldar la gestión de sus colegas evidencian la sólida amistad entre ambos pueblos.
Inspirados en Fidel Castro y Hugo Chávez, promotores de la cooperación, los especialistas procedentes de La Habana y otras provincias saben que su faena será compleja.
Venezuela sufre brutales sanciones de Estados Unidos, acrecentadas durante la pandemia para ahogar al gobierno del presidente Nicolás Maduro.
El primer mandatario y su equipo dirigen una ofensiva para contrarrestar el repunte de la pandemia y combinan períodos de cuarentena con otros de flexibilización, a fin de estimular la economía.
Cuando los recursos financieros están limitados por el acoso de Washington, Venezuela hace lo posible por sostener el sistema de salud pública y salvar vidas.
En ese empeño vuelven a contar con más médicos, enfermeros y técnicos cubanos, estimulados por el quehacer eficiente de decenas de miles de colaboradores que cumplieron misión en la nación rica en recursos naturales.
Los profesionales cubanos han salvado millones de vidas en Venezuela, como destacó el canciller Jorge Arreaza, quien encomió su ubicación junto a los pobladores en la Misión Barrio Adentro.
Los enviados desde la tierra de José Martí recorren comunidades venezolanas en indagación de personas presumiblemente contagiadas y visitan lugares de aislamiento, cuya apertura descongestiona el sistema hospitalario.
Cuba, con más de una treintena de brigadas del contingente Henry Reed en 39 países, aplica en Venezuela un principio enaltecedor, el de brindar más solidaridad en tiempos convulsos para la Humanidad.