Playita de Cajobabo: dicha grande (+Audio)

Y azarosas fueron las jornadas precedentes. Debieron de ser particularmente duras las horas en la isla Gran Inagua, donde desertaron los marineros de la goleta Brothers. Los rescató el vapor de pabellón alemán Nordstrand, cuyo capitán simpatizaba con la causa cubana.

Era una noche tempestuosa. En algún momento Martí escribió que llueve grueso. El capitán accedió a dejar a los combatientes en algún punto cercano a las costas cubanas. Bajaron el bote, y casi el barco los hace zozobrar al partir. No era buen tiempo para remar en aguas de tormenta.

El Historiador de la Ciudad de Guantánamo, José Sánchez Guerra, significa el valor de la frágil embarcación en la escritura martiana. Las notas del 11 de abril abren con la palabra bote. Martí confesó que fue el último en saltar de él, para sentir la dicha grande.

José Sánchez Guerra recalcó la altísima importancia estratégica de las acciones del Mayor General Pedro Agustín (Periquito) Pérez, quien atrajo hacia su columna el gigantesco operativo, con el cual el alto mando hispano pretendió liquidar a la dirección revolucionaria desembarcada en Duaba y en Playita de Cajobabo.

El Historiador de la Ciudad de Guantánamo coincidió con el criterio de que la llegada de José Martí, de Máximo Gómez y de Antonio Maceo en abril de 1895, salvó de una probable derrota al levantamiento armado del 24 de febrero, por cuanto el ímpetu del alzamiento se estaba apagando ante la ausencia de los grandes líderes.

El autor de la atractiva monografía Coronel Policarpo Pineda Rustán reiteró la prioridad de recordar estas páginas gloriosas de la historia de Cuba, independientemente de que la actual emergencia epidemiológica impida las tradicionales celebraciones de masiva participación del pueblo.

 

 

 

 

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