– Vivimos momentos de crisis que exigen, obviamente, una información de crisis. ¿Qué es esto? Pues nada, una comunicación que tiene que apelar a fuentes oficiales para la búsqueda de información por parte de la ciudadanía. Por ejemplo, la página de la OMS para acceder a los datos mundiales, las páginas del Ministerio de Salud Pública de Cuba, para el contexto cubano referido a la pandemia. Cuando decimos medios oficiales es porque tiene una responsabilidad mundial de ofrecernos con transparencia todo cuanto ocurre y así está sucediendo.
– En temas gubernamentales, es importante acudir a las páginas de los diferentes ministerios que dirigen las esferas que nos pueden interesar como es la economía, el transporte, entre otros.
– En lo mediático, acudir a los espacios informativos oficiales como son la Conferencia de Prensa que ofrece el MINSAP diariamente en nuestro país, o la Mesa Redonda informativa, los noticieros nacionales de Radio y Televisión, soportes convencionales y digitales. (No se crean que en estos momentos de crisis hay que acudir a las fuentes que no son confiables, es todo lo contrario. Estas fuentes oficiales son fuentes que están obligadas a ser responsables con su ciudadanía, de ello dependen, no solamente su credibilidad, depende su nivel de existencia, por eso es que es importante acudir a ellas, es parte de su función social)
– Cuando estemos en las redes sociales hay que navegar con mucha responsabilidad. ¿Qué implica esto? Bueno, pues contrastar fuentes antes de creer una noticia y/o compartirla sobre todo en nuestro muro, o en las cadenas de amigos. Evitar compartir contenidos confusos.
– Hoy se habla de INFODEMIA, que no es más que la propagación de informaciones falsas que son tan dañinas como el virus mismo, porque lo que hacemos es compartir con nuestros contactos informaciones que contaminan y por tanto generan confusión, generan pánico, y además saturan el flujo de los datos, los cuales en estos tiempos también es importante.
– En tiempos de crisis, la información y la comunicación pueden ayudar o dañar. Ahora bien, en mi posición optimista lo más importante es que hagamos de su uso un acto responsable que nos sirva de apoyo, que nos fortalezca y anime, que nos haga sujetos más saludables infocomunicacionalmente.