El argumento de los de Redmond es, básicamente, que ya las hemos superado. Consideran que la forma de identificarnos en la actualidad, con credenciales, es molesta y presenta riesgo para los usuarios y las empresas de todos los tamaños.
¿Qué riesgos? Según estimaciones del Foro Económico Mundial, los ciberataques le cuestan a la economía mundial 2,9 millones de dólares estadounidenses por minuto y, puntualizan desde Microsoft, aproximadamente el 80 % de esos ataques se dirigen a las contraseñas. Además, según Gartner Group, entre el 20 y el 50 % de las llamadas que se realizan a los servicios de asistencia técnica son para el restablecimiento de contraseñas.
Desde Microsoft explican que en noviembre de 2019 eran algo más de 100 millones de personas las que estaban usando el inicio de sesión sin contraseña de la compañía cada mes. Seis meses después, en mayo de este año, más de 150 millones lo hacían. Un crecimiento importante, desde luego.
En el momento actual, a punto de terminar 2020, el uso de la biometría para acceder a las cuentas de trabajo es ahora casi el doble de lo que era entonces. «Estamos listos para hacer que el acceso sin contraseña sea una realidad para todos nuestros clientes en 2021», aseguran. Entre la plantilla de Microsoft, sirva el dato como demostración de lo que es posible, el 90 % de los empleados ya usan sistemas de identificación sin claves.
El 2021 sin contraseñas que vislumbran los de Redmond pasa por el lanzamiento de nuevas herramientas para administrar claves de seguridad FIDO2, señalan, y la construcción de un portal de registro convergente «en el que todos los usuarios puedan gestionar sin problemas las credenciales sin contraseña a través del portal My Apps».
La compañía estadounidense cree que ese futuro es plausible en el terreno de los clientes corporativos y, vistos los datos, parcialmente cercano en el de los usuarios particulares. No en vano, el número de consumidores que utilizan Windows Hello para iniciar sesión en dispositivos de Windows 10 en lugar de una contraseña ha aumentado al 84,7 % este año desde el 69,4 % registrado en 2019.
Fuente: Gembeta.com / Editora: Salomé Campanioni