Padres que «avergüenzan» a sus hijos en las redes sociales

En los últimos días, se conoció la historia de Michael Rami, una austríaca que esperó a cumplir 18 años para denunciar a sus padres ante los tribunales por postear 700 imágenes de ella en situaciones embarazosas de su infancia, ya sea haciendo pis o mientras le cambiaban los pañales.

«No entienden de vergüenza ni de límites. Les da igual si es una foto mía sentada en el inodoro o una en la que se me ve completamente desnuda en la cuna. Cada etapa de mi vida ha sido fotografiada y publicada», dijo la denunciante.

En la otra punta del mapa, en Ecuador, el hijo de Alexandra Cáceres decidió dejar de ser amigo de su madre en Facebook al considerarla demasiado «cursi», lo que hace que se sienta «avergonzado».  

Para sorpresa de él, la reacción de Cáceres fue publicar en Twitter una foto suya sosteniendo un cuaderno con el siguiente mensaje: «¡Acéptame como soy! Desbloquéame de FB mijo, por fa». Finalmente, Alexandra logró más de 3500 retuits y 2700 «favoritos», y el adolescente la desbloqueó. Sin embargo, esta controversia generó un debate dividido entre los tuiteros. 

Según estudios realizados por la Universidad de Harvard, el 80% de los padres comparten redes sociales con sus hijos adolescentes. Esto genera en los chicos diferentes reacciones.

A algunos adolescentes les gusta esta situación, mientras que otros la rechazan, aunque terminan aceptando solicitudes de amistad porque es lo que se espera de ellos. También están quienes mantienen sus perfiles en secreto o restringen el acceso de sus progenitores a la información, explican los investigadores.

Uno de los problemas más frecuentes entre padres e hijos es el «oversharing», que es el exceso de exposición por parte de los padres. Postear sobre todo lo que hacen en el día a día puede ser riesgoso y «embarazoso» para los jóvenes, sobre todo si se trata de fotos e información que pertenecen a la intimidad de los menores.

La invasión a la intimidad de los hijos también se observa a través de la figura del acosador (en inglés conocida como stalker). Son muchas las veces que los padres, sobre todo las madres, siguen de manera obsesiva a sus hijos en las redes sociales y dejan comentarios o ponen «Me gusta» en cada notificación en la que los chicos aparecen.

Este comportamiento hace que los muchachos se sientan «vigilados» y entonces pueden no sentirse libres de comentar o participar en las redes, porque saben que ahí están mamá o papa observando cada movimiento.

Ante estas circunstancias, no hay una respuesta «fija» sobre cómo actuar; por eso es aconsejable que padres e hijos puedan conversar, adaptar, negociar y consensuar entre sí y para sí ciertas pautas, reglas y permisos en sus «amistades virtuales» para evitar una mala convivencia.

De todos modos, sí se hace hincapié en algunos aspectos importantes desde la agenda pública y las generalidades de las TIC como son: no decir por internet lo que no diríamos en persona, cuidar los datos personales y pensar antes de publicar.

Editor: Conrado Vives Anias.

 

 

 

 

Autor