Sufragados por el imperio para mentir o callar

Mientras muchos sitios de la llamada gran prensa europea y americana con ediciones en español insertan despachos sobre el cónclave político más importante en la Isla, los mal llamados medios independientes que operan las 24 horas, todos los días del año, hoy hacen mutis sobre el tema.

Ni sus empleados dentro del país, ni presuntos editorialistas fuera de fronteras han arrojado su habitual espesor de verborrea, excepto algún panfleto en las web mejor presupuestadas con fondos de los contribuyentes de Estados Unidos.

Cuál podría ser el misterio de tan sintomático silencio, cuando el foro de los comunistas cubanos es altamente noticiable por muchas razones.

Más allá del silencio que desconoce el Congreso de los comunistas cubanos, una y otra vez se repite la opinión de que los supuestos periodistas independientes son cuestionados por instituciones y organizaciones cubanas por opinar distinto.

Pero la falacia cae por su peso cuando es imposible ocultar el financiamiento para sostener tales opiniones diferentes al consenso nacional, pero idénticas a la agenda propagandística del gobierno de Washington sobre Cuba.

La misma retórica política, los mismos temas, las mismas frases, los mismos silencios, el mismo objetivo: provocar un cambio de régimen que atomice la sociedad cubana lo suficiente y fragmente su unidad para asegurarse el control de la nación.

Para quien dude, solo busque revisar el infamante plan Helms-Burton para recolonizar la Isla, que no es una canción desafinada, sino un engendro de la ley estadounidense contra nuestro país.

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