Fidel y las perspectivas del desarrollo de la Ciencia en Cuba (+Infografías)

El acto tuvo lugar en la sede de la Academia de Ciencias de Cuba. Fidel señaló que expresaría algunas ideas surgidas al calor del ambiente que reina en esta institución y, sobre todo, en el transcurso de las palabras del compañero Núñez Jiménez.

Se refería al destacado científico cubano doctor Antonio Núñez Jiménez, quien había sido uno de los fundadores de la Sociedad Espeleológica de Cuba en el año 1940 y a su vez había realizado diversas exploraciones en el territorio nacional.

También Fidel destaca la presencia en el acto del Doctor Emilio Roig de Leuchsenring, a quien califica como un verdadero maestro de nuestra historia, y destalla que ha escrito la historia de los esfuerzos de nuestra Nación durante más de un siglo.

Fidel comentó en torno al papel de la historia: “Luego, la Historia misma nos enseña que nosotros hemos recién salido de una etapa de lucha para entrar en otra etapa de lucha; que nosotros hemos dado un paso hacia delante, pero que para mantenernos y avanzar tenemos que seguir luchando”.

Recordó la etapa de la lucha revolucionaria y manifestó que la ayuda de la Naturaleza fue lo que hizo posible que la Patria se pueda erguir hoy enteramente soberana y libre. Igualmente hizo referencia a cómo en Cuba se había estado enseñando la geografía de una manera monótona sin que se despertara en el alumnado el interés de las maravillas del mundo que encierra la naturaleza.

Se nos enseñaban los accidentes de la naturaleza, pero no se nos enseñaban los tremendos accidentes de la humanidad; se nos enseñaban las fallas de la naturaleza, pero no se nos enseñaban las fallas de la sociedad humana; se nos enseñaban los desniveles, los grandes desniveles de la naturaleza, de la tierra, mas, no se nos enseñaban los grandes desniveles de la sociedad humana; se nos enseñaban los picos de la sociedad, pero no se nos enseñaban los pantanos de la sociedad; se nos enseñaba que había una Ciénaga de Zapata, pero no se nos enseñaba que había mucha ciénaga social también en nuestra patria. Y que la tarea no era solo de orden material, sino que era también fundamentalmente una tarea de orden humano.

Fidel en esta intervención precisó además que tras el triunfo de la Revolución, el científico, como el artista, tenían el escenario ideal donde su inteligencia y su talento pudiesen encontrar desarrollo pleno en busca de la verdad y del bien, “porque ha entrado la Patria por el sendero de la justicia, por el camino donde no se persigue la inteligencia sino que se le estimula y se le premia: ha entrado la Patria por el camino en que es necesario que todos nos pongamos a estudiar y nos pongamos a investigar…”

Y si es interesante la geografía, porque es el escenario donde vive el hombre, el hombre tiene que ser necesariamente más interesante todavía que la propia naturaleza donde vive.

Fidel también detalló que, en la patria nueva, en la patria verdaderamente libre, los científicos, los investigadores, tienen todas las oportunidades, sobre todo, la gran oportunidad de que cada una de las cosas que realicen, cada uno de los esfuerzos que hagan, van a beneficiar directamente a su pueblo y a su patria.

Fidel instó a formar nuevos espeleólogos y despertar el interés en la juventud para que investigue, conozca y se entrene, “ya que esos conocimientos tienen valor en todos los órdenes; porque una cueva no es solo útil desde el punto de vista científico o desde el punto de vista turístico, o desde el punto de vista económico: una cueva también es útil desde el punto de vista militar”.

Identificar al joven, identificar al pueblo con su tierra, es identificarlo con la Revolución, identificarlo con la justicia, identificarlo con su destino que es precisamente el destino de un pueblo que quiere trabajar y que quiere disfrutar del escenario y la riqueza de la tierra donde vive.

Fue en ese contexto cuando Fidel aseguró que el futuro de nuestra patria tiene que ser necesariamente un futuro de hombres de ciencia, tiene que ser un futuro de hombres de pensamiento, porque, según detalló, “precisamente es lo que más estamos sembrando; lo que más estamos sembrando son oportunidades a la inteligencia”.

Cuba necesita mucho de los hombres de pensamiento, sobre todo de los hombres de pensamiento claro, no solo hombres que hayan acumulado conocimientos; hombres que pongan sus conocimientos del lado del bien, del lado de la justicia, del lado de la patria, porque vivimos en estos momentos en que el papel del pensamiento es excepcional, porque solo el pensamiento puede guiar a los pueblos en los instantes de grandes transformaciones y en los momentos en que se emprenden grandes empresas como ésta que está llevando adelante nuestro pueblo. Y entre los hombres de pensamiento hay que librar la batalla, entre los hombres de pensamiento hay que formar la legión que brinde los recursos de su inteligencia a la Revolución en esta hora, porque hombres hay que han acumulado pensamientos, pero no los emplean sino en beneficio de sus propios intereses, no los emplean sino egoístamente, y necesitamos hombres de pensamiento que lo empleen en bien de los demás.

A 60 años de estas consideraciones expuestas por Fidel con respecto a las perspectivas del país en esa etapa inicial del proceso revolucionario, Cuba puede poner de relieve el desarrollo alcanzado en el campo de la ciencia y la técnica. Existen en el país un número considerable de centros en los que se lleva a cabo una labor muy significativa, se realizan notables programas de investigación y además hay científicos cubanos que han sobresalido por sus valiosos aportes tanto en el ámbito nacional como en el internacional. 

 

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