Nuestra cultura y el sentido patrio

Somos depositarios celosos e intransigentes de las notas musicales del Himno Nacional, canto de guerra, dignidad y vergüenza al que Perucho Figueredo sobre su caballo escribiera su letra de vida y combate. 

Desde allí nació nuestra Cultura Cubana, esa que hoy celebramos y que construimos cada día con tesón, firmeza y amor infinitos; que tiene su expresión todo nuestro hacer y decir, en nuestro acento natural, la sinceridad y el espíritu generoso y solidario entre nosotros mismos y para con todos los pueblos del mundo. 

Así somos los cubanos, que damos nuestras energías, talento y hasta la propia sangre por salvar cualquier vida – la del más humilde – aunque sea en el lugar más distante en el planeta. Porque si algo nos enseñaron nuestros próceres, es que todos somos hermanos. 

Como Martí con la mano franca extendida para juntos hacer de este un mundo mejor, respetando nuestras diferencias y colaborando en lo mucho que nos une e identifica a todos. Vivimos en un mundo plural y diverso, pero no por ello entendemos que ello implique enemistad, exclusión ni antagonismos irreconciliables, siempre que se nos respete nuestra identidad propia: la que somos y el modelo de construcción nacional por el que soberanamente optamos. 

 Tocante a la Patria, a su independencia total y a nuestro modelo de convivencia nacional, ¡nada es negociable!, ¡ninguna forma de agresión ha sido, es ni será aceptada! Por esta Patria que se resume en tantas cosas hermosas y amadas, todos los días estamos dispuestos a pelear y dar la vida; lo mismo en el plano de las ideas como de las armas y los puños. 

Tal como Céspedes, el Padre de la Patria expresara hace siglo y medio: 

A un pueblo desesperado no se le pregunta con qué pelea; estamos decididos a luchar; pelearemos aunque sea con las manos”.

Con esa voluntad sin límites luchamos contra un Bloqueo Imperialista; con nuestras manos y esfuerzos buscamos las soluciones posibles a pesar del acoso injustificado en que se nos mantiene hace más de medio siglo. 

Luchamos día a día por salvaguardar la Patria y sus conquistas; sus mujeres y hombres; sus niñas y niños; sus ancianos, la tierra, los ríos, llanos y montañas, mares y cielo que son parte del patrimonio nacional. Tocante a eso ¡no hay arreglos!, y si no alcanzan manos y puños hasta con los dientes y el pecho abierto la defenderemos. 

Hace algunos días, en la Clausura de la I Conferencia Nacional del Sindicato de los Trabajadores de la Cultura, nuestro Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez expresó con toda certeza: “Cuba es cultura y todos somos Cuba”. Agredir a Cuba – de la forma que sea – equivale a agredirnos a todos, y todos pelearemos para defenderla. 

Somos un pueblo culto, noble, generoso, solidario, fraterno; también somos un pueblo aguerrido, valeroso, guapo y decidido hasta las últimas consecuencias. Fuimos, somos y seremos el pueblo cubano de ¡Patria o Muerte! ¡Venceremos! , inspirados en el pensamiento político de Fidel.

Somos los que con el Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara marchamos “Hasta la Victoria Siempre” El pueblo cubano del ¡Sí se puede!, que nos inculcó Raúl Castro. De Martí somos la Patria “Con todos y para el bien de todos”, ideal claramente explícito en el Proyecto de Constitución que de forma plenamente libre y democrática estamos debatiendo para diseñar nuestro modelo nacional para el siglo XXI. 

Abrazamos la modernidad, las nuevas tecnologías, el gobierno electrónico, el acceso total de nuestro pueblo a las ventajas sociales y personales que un Socialismo Próspero y Sostenible proveerá. Ese acceso a lo nuevo se mantiene armónica e indisolublemente unido a las raíces, ancestros y tradiciones de donde venimos, porque todo es parte del ideal que inspiró a nuestros próceres. 

Esa es la Cultura Cubana que celebramos, la del Bayamo aguerrido y heroico que prefirió convertirse en cenizas antes que dejarse ocupar por el enemigo. Y como aquel día no lejano de la Guerra de Liberación, gritamos con el inolvidable Comandante Juan Almeida: “¡Aquí no se rinde nadie!”, porque nos sobra de lo que significa esa palabra pujante, valiente y guapa que históricamente completó la arenga. 

Cuba es cultura y todos somos Cuba”. Con respeto y amistad, ahí van nuestros corazones, esfuerzos, voluntades nobles y las vidas mismas; pero con agresiones  directas o enmascaradas que pretendan lacerar la independencia de la Patria, con esas no hay arreglo. ¡Seguro que no!

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