¿País fallido? (II)

En una ocasión reciente intenté descaracterizar al gobierno de Estados Unidos, demostrando cuanta hipocresía y maldad encierran los términos de país fallido, o país canalla; palabrejas que utilizan, únicamente para calificar a gobiernos que no quieren ser subordinados al gran poder imperial y que, obviamente, en tal grupo no se integran los llamados países del primer mundo, agraciados y bendecidos por el Tio Sam. Me refería en aquel comentario al incuestionable desarrollo de la ciencia cubana, en medio de un huracán desvastador que es el bloqueo criminal que intenta doblegarnos hace ya más de 60 años y, en general al sector de la salud, el que ostenta uno de los primeros lugares en el presupuesto nacional.

En esta nueva ocasión, de manera sucinta, mencionaré otros logros de mi Cuba, muchos de los cuales son reconocidos internacionalmente. Para, en definitiva, peguntar ¿cómo es posible ser fallido o canalla ostentando indicadores altamente positivos en función todos del bienestar de la población cubana? Sin más regodeos, señalo algunos: la educación y la salud son gratuitas, como corresponde por ser un derecho humano; nuestros niños están vacunados contra diez (10)  enfermedades; no tenemos mercado de armas; miles de médicos prestan servicios en decenas de países, muchos de los cuales lo hacen en lugares inhóspitos y peligrosos; según la ONU Cuba es uno de los países con alto índice de desarrollo humano, delante de otros 118 países que no son “fallidos”.

Hay más: ha eliminado la desnutrición infantil antes que todos los países de América Latina; evitó la transmisión del VIH de la madre al hijo; dedica el mayor por ciento de su PIB a la educación; es la segunda menor tasa de homicidios de las Américas; no tiene tráfico ni mercado de órganos de seres humanos; no existe la industria de pornografía; no invade países ni ocupado territorios ajenos; no tiene laboratorios para producir cocaína; no utiliza lanzamientos de cohetes para reprimir manifestaciones, ni agua a presión con ácido y artefactos ensordecedores, ni gases lacrimógeno.

Finalmente, me permito sugerirle y agradecerle de ante mano lo siguiente: lea cuidadosamente cada uno de los logros que ostenta Cuba, en medio, como le mencioné, de un bloqueo tan brutal rechazado por casi la totalidad de los países del mundo.

Y, consecuentemente, haga una comparación entre el imperio y nuestra Isla rebelde. Verá a primera vista que la falacia de Estados Unidos queda al descubierto con sus grandes contradicciones. Donde Cuba se siente feliz por sus incuestionables avances, Estados Unidos debía sentir bochorno que, siendo un país tan rico e imperial no cuente con muchos de los logros cubanos. La explicación es bien sencilla:

USA prefiere, para sustentar su sistema degradante, las armas, la injusticia y, principalmente el egoísmo para seguir sojuzgando.

Cuba por su parte opta por lo contrario  que enaltece al ser humano: la paz, la solidaridad humana, el internacionalismo y sueña con el abrazo de todos.

“El egoísmo es la mancha del mundo, y el desinterés su sol” José Martí

Autor

  • Silvio José Blanco Hernández

    Silvio José Blanco Hernández. Colaborador del Portal de la Radio Cubana. Destacado y multipremiado periodista, escritor, asesor y analista de información. Es autor de libros como "La radio, técnica, arte y magia", y "Los programas informativos de la radio... Y algo más", entre otras obras y materiales investigativos con importantes aportes metodológicos al medio radial.

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