¿Quiere ser presidente en USA?

Usted no debe preocuparse si aspira en esa gran nación a ser Presidente. Tenga confianza en sí mismo, porque en definitiva cuenta con la condición única y fundamental para serlo, es decir, poseer unos cuantos millones, ganados muy “honestamente”. Así que tranquilo. Vea que lo dicho tiene fundamentos para creerlo al apuntarle los requisitos: debe tener más de 35 años, ser ciudadano estadounidense y vivir en ese país hace 14 años… ¿qué le parece?

Además, como bien afirma el reconocido periodista Elson Concepción, del diario Granma, nada importa que tenga antecedentes penales, aunque haya estado involucrado en delitos, como por ejemplo ser autor intelectual de asesinatos, violaciones a mujeres, o causante de atropellos a la dignidad humana.

Compruebe usted mismo lo cierto de lo que le he afirmado. Caso Trump: este es el mismo tipo que ya sufrimos durante su anterior mandato y ahora pretende volver a sus andanzas; el que puso al mundo a un hilo de la cuerda floja; el que quería inyectar un líquido intramuscular desinfectante para combatir la Covid-19;  el mismo de las fabulosas mentiras que le contabilizaron; también  el  sujeto indeseable que apretó la tuerca del bloqueo a Cuba y ahora dice que “va a resolver definitivamente el caso Cuba”. Claro, imagino que pretenderá rodear la Isla rebelde de acorazados y empezar a bombardear indiscriminadamente al pueblo, de modo que se convierta en democrático.

Veamos ahora otra arista que lo favorece si insiste en su pretensión de ser Presidente. Me refiero al propio sistema electoral que funciona en Estados Unidos, único en el mundo por su capacidad de burlarse descaradamente de sus propios ciudadanos. ¿Sus características? Le menciono: existe el voto popular y el electoral. Este último se refiere a unos pocos Estados de la Unión, que son, en definitiva, los que deciden la victoria. Si usted gana por la sumatoria de votos mayor que la de su contrincante entonces ya puede considerarse el Presidente. Sin embargo, su adversario ganó muchos millones más por los resultados del voto popular, entonces sencillamente, debe conformarse con su derrota. Claro, como apreciará ese sistema es único en el mundo, como único es el sistema aberrante que rige a esa nación.

Ello sin contar que el principal requisito  -aunque no aparece en su Constitución – es que debe ser millonario, condición imprescindible para los gastos de propaganda del aspirante, tanto de mítines como debates. Naturalmente, en este último caso, el debate, tienen la facilidad de que, mutuamente, se puede insultar, mentir, falsear la realidad, y hasta sacar “trapos sucios”, sean ciertos o no. ¿Qué le parece?

Así que como puede comprobar no es tan difícil aspirar a la presidencia, siempre y cuando –claro está- cumpla con los requisitos diáfanos, democráticos, éticos, que dan vida a su nación favorecida como líder de esta humanidad. Ah…se me olvidaba. No se preocupe por los que critican ese sistema, son los mismos “agitadores y revoltosos” que viven en contra del progreso y las grandes libertades”. Insista. Usted sí puede ser Presidente en Estados  Unidos.

“Una vez nombradas en las Convenciones los candidatos, el cieno sube hasta los arzones de las sillas. Las barbas blancas de los diarios olvidan el pudor de la vejez. Se vuelcan cubas de lodo sobre las cabezas. Se miente y exagera a sabiendas. Se dan tajos en el vientre y por la espalda. Se creen legítimas todas las infamias. Todo golpe es bueno, con tal que aturda al enemigo.”
José Martí

Autor

  • Silvio José Blanco Hernández

    Silvio José Blanco Hernández. Colaborador del Portal de la Radio Cubana. Destacado y multipremiado periodista, escritor, asesor y analista de información. Es autor de libros como "La radio, técnica, arte y magia", y "Los programas informativos de la radio... Y algo más", entre otras obras y materiales investigativos con importantes aportes metodológicos al medio radial.

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