por Ya suman 60 años desde que desaparecieron físicamente Sergio Saíz Montes de Oca y Luis Saíz Montes de Oca, quienes pretendían realizar una acción en su pinareño pueblo natal, San Juan y Martínez, y de esa forma celebrar el cumpleaños del máximo líder de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz.
Palabras de aliento a una madre desesperada: «No temas, algún día te sentirás orgullosa de nosotros». Una mujer que minutos más tarde recibiría la noticia de que sus hijos fueron asesinados por un esbirro de la tiranía batistiana.
De portal en portal, de esquina a esquina, casi en frase monocorde y telegráfica se escuchaba la terrible noticia: ¡mataron a Sergio y a Luisito! ¡Mataron a los hermanos Saíz, a los hijos del juez!
Con 17 y 18 años, ambos hermanos nacieron y murieron con las dotes literarias en las venas, cuando a tan tempranas edades ya contaban entre sus lectores preferidos con José Martí, José Ingenieros, Julián del Casal… todos poetas enamorados de la vida y de su tierra.
…No tenemos más que nuestras vidas, avaladas con la honradez de un pensamiento justo y una obra inmensa que realizar y como ofrenda de devoción y desprendimiento las hemos depositado en los brazos de la revolución cubana -justa, grande, renovadora, honrada, socialista- sin más esperanzas que ver algún día cumplidos estos sueños…»
Hoy como siempre desde que triunfó la Revolución cubana, se recordará en Pinar del Río y en toda Cuba a esos dos jóvenes que dan nombre a una Universidad y una organización, y ambas no dejan de pasar un día sin enaltecer la valía y el peso que supone saberse jóvenes, artistas y cubanos.
*Fragmentos del testamento político de los hermanos Saíz. Mayo de 1957 (Tomados del libro Cuerpos que yacen dormidos. Obras de los Hermanos Saíz, Casa Editora Abril, 2007)
