Por segundo año consecutivo la pandemia de covid-19 obligará a buscar formas diferentes de manifestarse en esta jornada y serán mayoría los que, cumpliendo las normas de distanciamiento recomendadas para enfrentar la enfermedad, permanecerán en sus hogares.
Esta fecha de fiesta para algunos y de protesta para la mayoría, será ocasión para recordar a aquellos que enfermaron o perdieron la vida por el nuevo coronavirus, así como reflexionar sobre los efectos en el mundo laboral de la calamidad que se cierne sobre nuestra especie.
Hasta la fecha se registraron poco más de 150 millones de contagios en el planeta, de los que se recuperaron 87 millones, pero no hay estadísticas de cuántos de ellos sufren secuelas que afectan su calidad de vida y su capacidad de trabajar.
Lamentablemente el número de fallecidos por este virus asciende a 3,15 millones, muchos de ellos menores de 60 años.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo, OIT, el año pasado se perdió el 8,8 por ciento de horas laborales, lo cual equivale a 255 millones de empleos a tiempo completo, cuatro veces más de lo ocurrido en 2009, cuando finalizó la crisis financiera global.
La pérdida de puestos ocurrió con mayor agudeza en el continente americano y en menor medida en Europa y Asia central.
Datos de la Comisión Económica de la ONU para América Latina y El Caribe, CEPAL, indican que por la pandemia en esta región uno de cada seis jóvenes de entre 18 y 29 años se quedó sin trabajo debido a despidos masivos o el cierre de las empresas donde laboraban.
Hay otro aspecto dramático en esta situación y es el incremento de la pobreza en el mundo por la covid-19.
Un estudio del Banco Mundial precisa que el total de nuevos pobres el año pasado oscila entre 119 y 124 millones de personas, lo cual da al traste con los avances obtenidos durante las dos últimas décadas.
El texto señala que el 2020 fue un período excepcionalmente difícil, pero este año puede ser mucho peor porque las cifras de seres humanos sin satisfacer sus necesidades básicas podrían ascender hasta 163 millones.
Ante tales circunstancias este 1 de Mayo tiene tintes sombríos para la clase obrera, atrapada en un círculo vicioso fatal.