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Para cualquier persona honesta de este mundo puede parecerle inaudito enterarse de todo lo que es capaz Estados Unidos; sin embargo, cuando decide adentrarse un tanto en la historia de esa nación descubre una realidad espeluznante de las atrocidades que es capaz y, lo más cínico, es que lo han hecho en nombre de la sacrosanta democracia, los derechos humanos y para seguir demostrándole a esta humanidad que ellos son los elegidos y, por tanto, nadie puede ni debe contradecirlo, so pena de ser juzgados y sancionados por el tribunal inquisidor mayor.
Pero, más asombroso es que aún existen seres que, conociendo la realidad, la esquivan por conveniencia; otros se suman sin pena alguna al carro de tanta maldad. Y obviamente, existen los que dirigen los hilos de los títeres; éstos hasta que sean útiles al imperio y cuando dejen de serlo son arrojados al cesto de la basura.
Por favor, permítame mostrarle solo algunos ejemplos entre la muy abultada cartera de maldad, aclarándole que ésta está integrada por invasiones, agresiones de todo tipo, acciones encubiertas, sabotajes, bloqueos y un sinfín de fechorías; y son tan despreciables que hasta le ponen nombrecitos como “Furia Urgente”, “Causa Justa”, “Tormenta del Desierto”, “Serpiente Gótica”, “Alcance Infinito”, “Amanecer de la Odisea”, etc. etc. Países agredidos de una u otra forma y, en muchos casos, sin previa declaración de guerra del Congreso yanqui: Granada, 1983; Panamá, 1989; Irak, 1990; Somalia, 1993; Afganistán, 1998 y 2001; Sudán, 1998; Yugoslavia, 1999; Irak, 2003; Yemen, Pakistán y Somalia, 2002; Libia, 2011.
Pero debo añadir que, entre los años 1954 y 1984, fueron agredidos, de una u otra forma, Guatemala, Cuba, Viet Nam, Brasil, Perú, Chile, Argentina, Nicaragua, Granada, y Haití. También creo importante destacar que el imperio no solo ha atacado con bombas, introducción de gérmenes altamente nocivos contra la flora y fauna de muchos países; invasiones directas etc. Es que, como un hábito histórico, también ha apoyado a crueles dictaduras que han enlutado a muchos pueblos, como pueden ser Chile, Cuba, Panamá, Argentina, Paraguay y otros.
Hay que señalar que el apoyo ha sido de diverso tipo e incluso, utilizando varias formas, como por ejemplo, entrega de millones de dólares, armamentos poderosos, ocultamiento en sus grandes medios de atrocidades cometidas por dictaduras sangrientas. El caso Cuba debo destacarlo, porque la dictadura de Batista no solo fue “agraciada” por Estados Unidos, también por otra dictadura de triste recordación como la de Rafael Leonidas Trujillo de República Dominicana que colaboró con el sátrapa hasta diciembre de 1958. Allá ambos “honorables” se enemistaron; Trujillo asesinado en 1961 y el de Cuba falleció tranquilamente, ambos para que esta humanidad pudiera respirar un tantico mejor.
Debo aclarar a los más jóvenes que me han favorecido con esta lectura, que los atropellos que mencioné por parte de Estados Unidos a muchos pueblos, son solo un pálido reflejo de lo que ha sido y es capaz el imperialismo yanqui. Por tanto, les invito a que estudien mucho más para que jamás se conviertan en alabarderos de la maldad humana. Creo en ustedes.
“Sobre cimientos de cadáveres recientes y de ruinas humeantes no se levantan edificios de cordialidad y de paz”.
José Martí
