Sugerencias y recomendaciones

Mantenga un interés permanente por su superación cultural a través de todas las formas posibles: Lea la prensa diariamente y entérese de la situación nacional y extranjera; estudie mucho sobre nuestra historia; cuáles son los intereses del país en materia de comunicación; significación de las fechas más importantes de la Patria; los graves problemas del medio ambiente; las guerras injustas impuestas por el Imperio; y, en fin, todo aquello que aumente su nivel de conocimientos. Tenga presente que el hombre de la radio si no se informa, no lo es.

Intente aprender todo lo posible acerca de las funciones centrales que le dan vida a la radio.

Sea disciplinado y muy riguroso en todo lo que haga.

Sea un ejemplo para todos sus compañeros.

Entienda que los demás tienen también derecho a opinar sobre una obra en la radio.

Utilice mejor la persuasión que la imposición, pero la primera con argumentos sólidamente fundamentados.

Identifíquese con las funciones que el Partido le ha conferido a los medios de comunicación.

No espere siempre que le orienten para actuar con efectividad. Hay ocasiones en que es necesaria la celeridad de la acción, aunque usted crea que está presente un margen de riesgo personal. Asúmalo.

Si escribe para la radio escuche en la medida que escriba.

Si asesora no se conforme jamás con la duda. Verifique, investigue. No de por cierto todo lo que le escriben.

Mantenga una guerra a muerte contra la mediocridad, el simplismo, la superficialidad y el esquematismo. No deje que le intervenga o contamine el cerebro.

Utilice siempre mensajes directos y no proclives a las dobles lecturas que pueden encubrir malas intenciones.

Tenga mucho cuidado con los signos ortográficos. Vea como una simple coma puede distorsionar totalmente una idea. Se ha podido ver un gran letrero que dice «SI SE PUEDE «, sin embargo, lo dicho por Raúl Castro fue «SÍ, SE PUEDE». El primer caso nos muestra duda, lo que es, precisamente, lo contrario dicho por Raúl.

No se deje arrastrar por el lenguaje que convencionalmente utilizan los distintos organismos administrativos del Estado. Divulgue con acierto sus intereses, pero con el lenguaje de la radio.

Utilice la crítica, pero sin desgarramientos inútiles. Pienso que debe ser como en familia. Regañe al hijo, señale sus imperfecciones, oriente el camino, pero no lo destruya, porque otros mal intencionados sí pueden hacerlo.

Si le han conferido autoridad sobre otros, utilícela. No es para guardarla. Pero que sea una autoridad que emane de su ejemplo personal y conocimientos.

Si tiene funciones administrativas o de apoyo a la actividad central, tenga presente que las tiene para apoyar, organizar, orientar en su campo de acción, buscar soluciones a los problemas. Nunca para frenar el buen desenvolvimiento, aunque sí apegado a lo que está dispuesto en términos legales. Recordar que cumplir con la ley no implica dejar de buscar soluciones.

Si trabaja en la actividad de Propaganda para orientar o elaborar menciones, promociones, mensajes cortos, tenga presente que necesariamente no hay que esperar a que se les oriente estos materiales. Las fechas significativas que requieren de estos trabajos no varían jamás, y por tanto pueden ser elaborados con suficiente antelación. Otros no se corresponden con fechas muy señaladas porque se tratan de propaganda de bien público que se mantienen durante todo el año (es el caso de temas como el mal hábito de fumar, la educación formal, etc.); y requieren ser renovadas periódicamente.

NOTAS DE INTERÉS

DE LA VIEJA PRENSA QUE NO VOLVERÁ

De la vieja prensa hay mucho que hablar. Es decir, de aquella que en nuestro país se caracterizaba por mantener a la población bajo un alud de rumores, insidias, falsas noticias y un tejemaneje del que jamás podía salir la verdad. Hay que añadir el sensacionalismo, la distorsión y en muchas ocasiones la ridiculez increíble. Claro, me refiero entre otros al Diario de La Marina, Ataja y tantos otros que todavía gentes sin escrúpulos denominan libertad de prensa. Pero voy al grano. Vea estos simples ejemplos:

«Muertos dos hombres y un chino en un accidente. El cadáver del chino presenta dos dientes de oro, al parecer postizos». ¡Que barbaridad! Es decir, según aquel cronista policíaco el chino no era un hombre más y por otra parte dejaba en plano de duda que los dientes de oro resultaran postizos.

Ahora asuma una posición cómoda para que vea el colmo del ridículo aparecido en un mal que duró más de cien años. Me refiero al tristemente célebre Diario de La Marina en una crónica social publicada el 9 de abril de 1938. Fíjese:

» …la novia, bellísima, primorosa y encantadora, vestía un vaporoso modelo azul celeste, que salpicado de áureas lentejuelas, daban, en conjunto, la visión de una nube estival galopando por la inmensa bóveda celeste a la rutilante Haydée» ¿Qué le pareció?

Otra: Un comentarista deportivo de escasa cultura publicaba en su columna lo siguiente: «nosotros, los que vivimos al margen del deporte».

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Mauro Rodríguez Díaz. Radioperiodismo. Edit. Oriente. 1981

Oscar Luis López. La Radio en Cuba. Edit. Letras Cubanas. 1998.

Robert Mc Leish. Técnicas de creación y realización en Radio. Edit.Pablo de la Torriente. 1989

Raúl Garcés. Programas de Radio-Selección de textos. Edit. Pablo de la Torriente 2006.

Silvio J. Blanco Hernández Los programas informativos en la radio…y algo más. Edit. Pablo de la Torriente. 1999. Metodologías elaboradas por el autor para la Dirección de Información y Propaganda de la Radio Cubana.(1994-2001).

Vicente González Castro. Profesión Comunicador. Edit. Pablo de la Torriente. 1988.

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