Elecciones del Poder Popular: se acercan las asambleas de nominación

Si bien la masiva concurrencia a las urnas -a que nos tiene acostumbrado el pueblo cubano ante cuantos comicios o referéndum se le convoca- deviene momento clímax, por decidir ese día allí,  mediante el voto directo y secreto, quiénes serán sus delegados de circunscripción, las asambleas de nominación también tienen mucho que ver con la calidad de estos comicios parciales.

En tales reuniones los electores propondrán a aquellos hombres y mujeres que por sus méritos, conducta social y capacidad para contribuir a la solución de los problemas del barrio o del territorio tienen condiciones para ser nominados a candidatos, por la referida área o demarcación.

De manera que en ciudades, poblados y  en los más recónditos lugares del archipiélago cubano durante un mes transcurrirán estos encuentros de vecinos, en los que las personas comunes y corrientes, –y no ningún partido u organización- son las que proponen quiénes podrían ser sus representantes ante la Asamblea Municipal del Poder Popular, lo cual –como dijimos- finalmente se decide en las urnas.

La exhibición inmediata en lugares públicos de la demarcación de las biografías y fotos de los nominados, sin ese despliegue de publicidad aberrante propio de no pocos países, permitirá a todos los electores conocer mejor a los nominados por cada área de la circunscripción, en aras de a la hora de ejercer el voto elegir al que consideren tenga mejor aptitud para ser el delegado (o la delegada).

Aunque para cualquier compatriota resulta ordinario o normal su participación ciudadana y consciente en este ejercicio de democracia, que no es el único, los enemigos de la Revolución cubana no se cansan de cuestionar las elecciones acá  e intentar hacer ver al mundo que carecen de “verdadera representatividad” pues en el Parlamento,  y en las asambleas provinciales y municipales del Poder Popular, no están presentes la disidencia, los grupúsculos contrarrevolucionarios, esa “sociedad civil” que durante décadas han pretendido convertir en punta de lanza contra nuestro socialismo.

No acaban  de comprender que es el propio pueblo quien ha decidido su destino, y conoce bien  las nada buenas intenciones de quienes desprecian  la tierra que los vio nacer y aspiran a la Cuba de antes de 1959, a la entonces república mediatizada, cuando solo los ricos, la burguesía, los terratenientes, los politiqueros…, eran los únicos con acceso al poder.

Por ello muchos visitantes foráneos, y amigos de otras latitudes conectados a las redes sociales, se asombran al conocer que lo mismo un estudiante o joven mayor de 16 años, un obrero, un campesino, una ama de casa, un artista o intelectual, una persona jubilada, un trabajador por cuenta propia y hasta un miembro de alguna institución armada, pueden ser nominados como candidatos a delegado del Poder Popular en cualquier barrio cubano, derecho recogido en la Constitución del país y muy bien aplicado.

Basta con que esté dispuesto a serlo, y aunque el día de los comicios el pueblo vote por el que considera tenga mejor trayectoria revolucionaria y capacidad para representarlo dignamente en la Asamblea Municipal del Poder Popular, es un alto honor solo haber sido propuesto, pues los vecinos vieron en ese simple ciudadano determinadas cualidades y méritos, reconocieron públicamente sus virtudes.

En declaraciones a la prensa, Alina Balseiro, presidenta de la Comisión Electoral Nacional, comentó que debemos lograr la presencia masiva del pueblo a la nominación de candidatos, por lo cual convocó a las comisiones electorales de circunscripción preparar bien las reuniones, engalanar los lugares donde se realizarán, en aras de que haya más motivación para acudir a ellas.

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