por Le llaman ahora San Petersburgo, pero para los revolucionarios sigue siendo Leningrado, la ciudad donde el cañonazo del crucero Aurora marcó para la humanidad en octubre de 1917 un nuevo tiempo al abrir los cauces de la participación y la gobernabilidad a los obreros y campesinos.
Con ese sentimiento de profunda admiración, la comitiva del Parlamento cubano recorrió bajo una fuerte lluvia la célebre embarcación, anclada en el río Neva, y visitada a diario por unas tres mil personas de distintas nacionalidades.
Allí, donde el «Aurora» disparó el fogonazo insurreccional como un rayo de luz que dio paso a las heroicas jornadas que estremecieron al mundo, los diputados caribeños recibieron de manos de dirigentes del Partido Comunista de la Federación Rusa las medallas conmemorativas por la efemérides.
En el acto se resaltó la amistad fecunda y la solidaridad entre ambas naciones y la contribución histórica del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Durante el emotivo encuentro, la vicepresidenta de la ANPP destacó que recibe esta medalla a nombre de todos los parlamentarios y militantes comunistas cubanos.
Además de agradecer la conservación en el Museo del barco de una réplica del yate Granma y la constancia gráfica de la presencia de Fidel en el crucero en 1963, cuando visitó por primera vez a la Unión Soviética, en mayo de aquel año.
Igual de emotivo e impresionante fue el recorrido por el Smolny, un palacio de señoritas aristocráticas, convertido en sede del Estado Mayor de la Revolución de Octubre encabezado por Lenin.
Previamente, los diputados cubanos asistieron a la reunión del Grupo Político que aglutina a los parlamentarios de América Latina y el Caribe.
El grupo debatió los programas que proponen las dos candidatas latinomericanas, las senadoras Ivón Passada, de Uruguay, y Gabriela Cuevas, de México, que aspiran a la presidencia de la Unión Interparlamentaria.
Fuente: Prensa Latina / Editor: Conrado Vives Anias