por «Hace un año que no está con nosotros Fidel. Yo estuve el año pasado en la despedida de duelo en La Habana, en medio de una concentración en la Plaza de la Revolución José Martí y eso no lo voy a olvidar nunca», declaró Melnikov en exclusiva para la agencia Prensa Latina.
«A nosotros nos hacen mucha falta las Reflexiones del compañero Fidel», comentó el también vicepresidente del Partido Comunista de la Federación de Rusia (PCFR), tras una ceremonia de ofrenda floral para homenajear al líder histórico de la Revolución cubana.
Durante el solemne acto, celebrado en la Plaza Fidel Castro, en la región moscovita de Sokol, participaron diputados, funcionarios de la cancillería rusa, agregados militares y diplomáticos de la misión cubana en este país; así como estudiantes de la isla.
«Fidel fue un hombre tan convencido y fiel a sus ideas que, claro está, podemos suponer como él hubiera analizado hechos acaecidos ahora en el mundo», estimó Melnikov.
«Estoy contento de estar en la Plaza Fidel Castro y quisiera destacar un momento importante», señaló el dirigente parlamentario.
«Aquí, ocurrió un hecho sin precedentes, cuando solo dos meses y medio después de la muerte del compañero Fidel, el 15 de febrero de este año, se tomó la decisión de que una de las plazas moscovitas llevara el nombre del Comandante», explicó.
«Normalmente, en Moscú es necesario esperar casi una década para que una calle o plaza lleve el nombre de una persona fallecida, pero en este caso, gracias a tres políticos, la decisión se tomó muy rápido», aclaró.
«El líder del PCFR, Guennadi Ziuganov, propuso la idea; el presidente Vladimir Putin la apoyó y el alcalde de Moscú, Serguei Sabianin, tomó las disposiciones necesarias para hacerla realidad», comentó.
«Además, es muy positivo que la Plaza Fidel Castro se ubique en la región de Sokol, pues aquí cerca hay muchas calles que llevan el nombre de conocidos políticos que defendieron los valores socialistas como Salvador Allende y Hugo Chávez», destacó Melnikov.
También destacó que gracias a personas como Fidel, la ola de cambios sociales de apoyo al hombre sencillo se diseminó por toda América Latina y dejó unas raíces tan profundas que jamás nadie podrá extirpar.