Rusia y otras naciones rechazan cualquier intento de desestabilizar Cuba desde el extranjero

«Estamos siguiendo de cerca el desarrollo de la situación en Cuba y sus alrededores», advirtió el comentario de la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, publicado en el sitio web del servicio diplomático de Moscú.

«Consideramos inaceptable la injerencia externa en los asuntos internos de un estado soberano y cualquier otra acción destructiva que fomente la desestabilización de la situación en la isla», subrayó la diplomática.

Por su parte, Luis Arce Catacora, presidente de Bolivia, expresó en Twitter el pleno respaldo al pueblo cubano en su lucha contra las acciones desestabilizadoras.
«Cuanto más el gobierno de Cuba avanza en la salud y la ciencia, más enfrenta la desinformación y el ataque extranjero», afirmó Arce Catacora.

Según un video publicado por el Ministerio cubano de Relaciones Exteriores en esa red social, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, expresó que si se quisiera ayudar a la mayor de las Antillas, lo primero que se debería hacer es suspender el bloqueo (económico, comercial y financiero de Estados Unidos), como lo está solicitando la mayoría de los países.

Eso sería un gesto verdaderamente humanitario, ningún país debe ser cercado, bloqueado, es lo más contrario que puede haber a los derechos humanos, sostuvo.
López Obrador añadió que no se puede aislar a todo un pueblo por razones políticas o cualquier razón, nadie tiene derecho a tomar esas decisiones que afectan a los pueblos.

Sacha Llorenti, secretario ejecutivo de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos, subrayó que las manos de Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, manchadas de golpes de Estado y sangre, pretenden nuevamente inmiscuirse en los asuntos de Cuba.

 Esa agenda intervencionista fracasará estrepitosamente porque la Revolución cubana no depende de nadie más que del propio pueblo cubano, aseveró Llorenti.
Asimismo la política colombiana Piedad Córdoba subrayó su apoyo a la isla y dijo no entender por qué columnistas y líderes de opinión serios a quienes lee y sigue se refieren a Cuba sin decir una sola palabra de un bloqueo de seis décadas.

De igual manera, Atilio Boron, sociólogo y politólogo latinoamericano, precisó que en plena pandemia el gobierno norteamericano recrudeció el bloqueo de importaciones de alimentos, medicamentos, repuestos e insumos médicos, así como las remesas de los cubanos que viven en ese país.

Quieren provocar un estallido social para derrocar al gobierno revolucionario, «otro crimen de lesa humanidad. ¡Alerta máxima!», avisó.

Cuba amaneció este lunes alerta ante las acciones provocadoras ocurridas la víspera, que generaron el rechazo de amplios sectores de la ciudadanía en todo el país mientras desde Nicaragua se alzan otras voces de respaldo a la Revolución Cubana.

 Durante la jornada dominical numerosos cubanos salieron a las calles para expresar su respaldo a la Revolución, en respuesta a actos públicos de descontento ocurridos en diferentes puntos de la geografía nacional, instigados a través de las redes sociales.

El presidente Miguel Díaz-Canel, en comparecencia televisiva, rechazó la actuación de quienes alientan esos actos y los calificó de oportunismo y doble moral, pues aprovechan las difíciles circunstancias del pueblo debido a la pandemia de COVID-19 y el recrudecido bloqueo económico de Estados Unidos.

No quieren el bienestar de la gente, denunció el mandatario, y agregó que incitar a ese tipo de desorden en las circunstancias excepcionales del país es una perversidad.

El jefe de Estado, quien estuvo junto a otros dirigentes en San Antonio de los Baños, en la provincia de Artemisa (occidente), uno de los sitios donde se produjeron concentraciones de personas con diversos reclamos, recorrió las calles de esa localidad en unión de la población.

Allí se refirió a la campaña mediática organizada desde el exterior para convocar a manifestaciones en la Isla, y dijo que algunos confundidos participaron de esas acciones, mientras otros tenían preocupaciones y dudas legítimas.

No obstante, acotó, también estuvieron mercenarios pagados por agencias estadounidenses, frente a los cuales reafirmó que las calles del país son de los revolucionarios.

 

Autor