Academia de Ciencias de Cuba, con la mira puesta en la etapa post COVID-19 

Inés María Chapman Waugh, viceprimera ministra de Cuba, al intercambiar con los académicos, resaltó, el trabajo multidisciplinar desarrollado estos meses, digno legado de las enseñanzas del Comandante en Jefe  e insistió en el importante papel que jugará la ACC en el futuro desarrollo económico y social del país.

En presencia también de Elba Rosa Pérez Montoya, ministra del CITMA, los miembros de la ACC resaltaron la estrecha relación  centros de investigación-universidad-empresa, sustentados en el paquete jurídico recientemente aprobado que establece la creación de Empresas de Alta Tecnología y los Parques Científico Tecnológicos.

Pérez Montoya exhortó a continuar la integración creada fruto del enfrentamiento de la COVID-19 y la utilización del método científico en todos los aspectos de la vida, como ha pedido en numerosas ocasiones el Presidente de la República.

Desarrollado por videoconferencia y con la presencia de 10 provincias, en la evaluación, los afiliados relataron sus experiencias a partir  de la creación de grupos de trabajo, a la vez que destacaron el diálogo directo con el Gobierno durante el proceso.

El doctor Pedro Más Bermejo, vicepresidente de la Sociedad Cubana de Higiene y Epidemiología, se refirió al éxito del factor Cuba, donde un país bloqueado y con pocos recursos a su disposición se volcó para enfrentar una pandemia con las potencialidades que contaba, sumado a su gran potencial humano.

Asimismo Vivian Kouri, vicedirectora primera del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí,  explicó cómo el IPK ha trabajado  la COVID-19 a partir de tres de sus pilares: diagnóstico, vigilancia y referencia, este último relacionado con el trabajo del centro para asegurar la calidad del equipamiento usado en la detección de la enfermedad.

En la etapa post pandemia el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología continuará el suministro del factor de transferencia  a grupos con comorbilidades, del péptido CIGB 258 a pacientes graves con el nuevo coronavirus, además seguirá con la evaluación clínica de la vacuna CIGB 2020 y del péptido antiviral 300, aseveró  Gerardo Guillén Nieto, su director de Investigaciones Biomédicas.

Rolando Pérez Rodríguez, director de Ciencia e Innovación de BioCubaFarma, significó que, como parte de sus líneas de trabajo futuras, el Grupo concibe un proyecto de vacuna preventiva y el sistema de diagnóstico basado en la tecnología SUMA para detectar casos positivos a la COVID-19.

BioCubaFarma planea acelerar el desarrollo de biosimilares y de 15 medicamentos propios, de impacto en el sistema de salud y que permitirán sustituir importaciones.

Para la etapa venidera las ciencias sociales no se quedarán atrás, sobre ello Luis Velázquez Pérez, presidente de la ACC, manifestó que estas jugarán un activo papel con acciones directas en la comunidad en aras de estimular las responsabilidad personal y frente a la nueva enfermedad.

La comunidad científica cubana ha sido piedra angular durante el enfrentamiento a la epidemia por SARS-CoV-2  con numerosas contribuciones desde los diferentes campos del conocimiento.

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