A través de un video publicado en el grupo de Facebook Telescopio Cubano, el propio Álvarez ofreció detalles sobre su cobertura de las acciones contrarrevolucionarias que el 27 de enero pasado ocurrieron frente a esa institución.
«Tuve comunicación con la gente del editorial (ADN Cuba) para saber cómo iba a hacer las directas y en qué momento hacer las directas, con la editora que estaba en ese momento, Yaima Pardo», dijo.
Además, ofreció detalles sobre la forma de pago por su trabajo aquel día y agregó «solamente sé que es una persona que me trae el dinero a la casa. Nunca es el mismo; o sea, no sé, si es una agencia… Sé que es alguien simple que me toca la puerta un día o me llama por teléfono y me entrega el dinero».
De acuerdo con el portal Cuba Money Projet, el sitio web en cuestión, administrado desde Estados Unidos, recibió la suma de 410 mil 710 dólares el pasado año mediante la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
Recientemente, Álvarez publicó un texto en el espacio Tremenda Nota donde menciona que «en la mañana del 27 de enero del 2021, se me botó el café en la mesa cuando me llamó la editora de ADN Cuba para avisarme de otra protesta frente al Mincult», lo que corrobora la versión del video filtrado por Telescopio Cubano.
Según fuentes del Mincult, en esa fecha estaba prevista una reunión entre funcionarios de la entidad y tres representantes de un pequeño grupo caracterizado por su relación con medios pagados por agencias federales estadounidenses, a los cuales se sumaron una treintena de personas.
Los congregados solicitaban el esclarecimiento de la situación de algunos ciudadanos que, según ellos, habían sido detenidos en distintos puntos de La Habana, fueron invitados a pasar al interior del Ministerio en reiteradas ocasiones, pero se negaron e iniciaron actos provocativos en el lugar.
Desde su cuenta oficial en Twitter, el Mincult ratificó la voluntad de diálogo «con los creadores honestos sobre cualquier tema relacionado con la política cultural de la Revolución cubana y reitera su negativa a aceptar provocaciones o a dialogar con mercenarios».
En noviembre del pasado año se produjo un incidente similar, cuando un grupo de personas se reunieron frente a la sede del Ministerio, algunos alentados por individuos y medios pagados por agencias estadounidenses, como evidenciaron más tarde diversos materiales periodísticos.
Varios especialistas coinciden en señalar que estos acontecimientos están vinculados con el guion de golpe blando que desde las redes sociales se quiere aplicar a la mayor de las Antillas.
Estados Unidos informó recientemente gastos por más de 261 millones de dólares en proyectos de subversión contra Cuba desde 1990 hasta este año.
En este sentido, Cuba Money Project asegura que más de 124 millones de dólares se destinaron al propósito descrito como «participación democrática y sociedad civil», alrededor de 38 millones para «el tema de derechos humanos» y 25 millones dedicados a «medios y libre flujo de información».