Artista estadounidense desafía a Trump con su obra en La Habana

«La mayoría de los estadounidenses no piensan como él», acotó Jones que recién arribó a La Habana con una serie de obras para exhibirlas en el Museo Nacional de Bellas Artes, desde el 21 de julio hasta el 23 de octubre, en la Sala Transitoria del cuarto nivel del Edificio de Arte Universal.

Al creador le preocupa que muchos de los votantes de Trump son muy racistas, apenas les importa cuidar el medio ambiente, les interesa sobre todo el dinero, y no quieren aceptar que el mundo ha cambiado.

Asimismo, comentó que ya se siente un nativo de la isla, que siempre le aconseja a todos que viajen a Cuba para que se formulen su propia opinión sobre el país.

Ben Jones tiene muchos en la mayor de las Antillas, entre ellos eminentes figuras del ballet cubano, él mismo fue un bailarín folclórico en la juventud, y dentro de la creación plástica ha impreso más de una vez su pasión por la cultura yoruba.

En los últimos años, una serie de incidentes con agentes de la policía enlutaron a más de una familia afronorteamericana, Jones lo denuncia y cuestiona desde el arte, fiel a su generación, protagonista esencial de la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos, en las décadas de 1960 y 1970.

El artista creció en la época de la guerra de Vietnam, el Black Power (Poder Negro) y las Panteras Negras, cuyas ideas motivaron el surgimiento del Black Arts Movement (Movimiento de Arte Negro), del cual emergió como uno de sus figuras principales.

En 1968, lo nombraron asesor de la Black Freedom Society (Sociedad de la Libertad Negra) mientras enriquecía su estilo con elementos del expresionismo, el Action painting y el Arte Pop, influido por Andy Warhol y Robert Rauschenberg, exponentes de este último movimiento.

Iconos de la cultura estadounidense como las cantantes Ella Fitzgerald, Billie Holliday, Sarah Vaughan, los activistas afroamericanos Malcolm X y Fannie Lou, aparecen en sus obras como reverencias a personalidades que impusieron su talento al injusto orden social de la época que les tocó vivir.

Según recordó, Fitzgerald, Holliday y Vaughan, tres de las voces más hermosas que ha dado su país al mundo, pese a ser las estrellas de los espectáculos, debían entrar a los hoteles por la puerta trasera, entre otras medidas discriminatorias. Además de la segregación racial, distintas formas de violencia como las guerras igual cobran vidas humanas, sin distinción de raza, y trastocan el alma de quienes las pelean.

Además de los traumas por violencia: racial, de género, belicista, entre otros, la exposición de Jones en Cuba, bajo el título de Resistencia, apunta con ojo crítico también a varios problemas medioambientales, como el derrame de petróleo en los océanos, con consecuencias funestas para todos los seres vivos.

La propia familia de Jones asistirá en unos días a la inauguración de su primera exposición personal en Cuba, sin embargo, no debe olvidarse que este creador, residente en New Jersey, participó años antes aquí en tres muestras colectivas y compartió presentaciones con músicos locales.

En 2014, Jones coordinó para el Museo Nacional de Bellas Artes la exposición titulada Artistas afronorteamericanos y abstracción, para la cual se hizo acompañar de unos 80 estadounidenses que visitaron escuelas de arte y centros habaneros de la plástica.

«Antes decía: me voy a visitar Cuba, y ahora solo digo: me voy a visitar mi país, y todos entienden que es este, porque mi corazón es Cuba», sentenció.

Fuentes: Radio Reloj / Radio Habana Cuba.

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