por El General de Brigada de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Alcibiades W. Pérez recordó que a partir de 1917 no hubo una sola victoria en la que el Ejército Rojo no estuviera presente.
Siempre -agregó- vinculado al líder Vladimir Ilich Lenin, quien otorgó el derecho a los obreros y campesinos a defender con armas su revolución.
«Sin esta fuerza hubiera sido imposible más adelante vencer la barbarie nazi-fascista», enfatizó Pérez en la ceremonia presidida por el viceministro primero jefe del Estado Mayor General de las FAR, miembro del Buro Político del Partido Comunista de Cuba y Héroe de la República, el General de Cuerpo de Ejército, Álvaro López Miera.
Con las experiencias del Ejército Rojo se forjaron las fuerzas armadas soviéticas para enfrentar el peligro que representaban las bases militares alrededor de sus fronteras.
Subrayó que la fortaleza adquirida por Rusia en el plano militar constituye un elemento vital para evitar una confrontación internacional que podría en peligro la especie humana.
El General de Brigada agradeció el respaldo de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas a las FAR, «pues recibimos armas, asesoramiento y contamos con la presencia de técnicos que entrenaron a nuestros soldados y oficiales».
«Asimismo, en sus academias militares se formaron muchos cuadros de mandos», puntualizó Pérez en dicho acto, donde se depositaron ofrendas florales por parte de las FAR, el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, las embajadas de Belarús y de Rusia.
Por su parte, el agregado militar naval y aéreo de la embajada de Rusia en La Habana, el capitán de navío Valeryn Zubarev expresó que el 23 de febrero es una fiesta de hombría, valentía militar y fidelidad a los intereses de Rusia.
Fuente: Prensa Latina / Editor: Conrado Vives Anias