por La quietud del lugar es la mejor compañía para ¨despertar¨ la inteligencia y emprender un camino hacia lugares muy pequeños, pequeñísimos, ¨habitar¨ dentro de ellos y retornar en otras dimensiones.
Se trata del Centro de Estudios Avanzados de Cuba (CEAC), inaugurado en su primera fase en 2019, y en cuyo espacio físico habita un mundo ¨mágico¨ pero real, el de las nanociencias y las nanotecnologías.
Es ¨el mundo nano¨, una frase que escuchamos con reiteración durante la visita a este lugar dedicado al ¨estudio de los fenómenos y la manipulación de los materiales a escala atómica, molecular y macromolecular, donde las propiedades difieren significativamente de aquellas que exhibe estos a gran escala, investigaciones dirigidas a observar, medir y comprender las variaciones de las propiedades y las reactividades como función del tamaño y las formas¨.
Lo real maravilloso
La Doctora en Ciencias, Angelina Díaz García, es la directora del centro; graduada de la especialidad de Física, habla con orgullo del colectivo que dirige integrado por algo más de un centenar de personas.
Son como familia, una familia en toda su dimensión. La mayoría reside a poca distancia del Centro de Estudios Avanzados, en una comunidad científica concebida como espacio cerrado, no por sus dimensiones, sino por el objetivo para el que resultó concebida: poder dedicarle el mayor tiempo posible a las investigaciones y establecer un adecuado equilibrio entre el trabajo y el descanso.
Con seguridad y mucho desenfado, la Doctora en Ciencias, Angelina Díaz García descubre en sus palabras lo que aporta esta institución a Cuba, ¨es precisamente que se puedan hacer los trabajos experimentales al país, algo que antes se realizaba en instituciones en el extranjero. Al aprobarse y concretarse la inversión en esta institución se adquiere todo el equipamiento necesario que permite trabajar y caracterizar en escala nanotecnológica todas las aplicaciones que se vayan a utilizar¨.
En el actual colectivo del CEAC, convergen varias generaciones de científicos. Yorexis González Alfaro, director de Investigaciones, tuvo el privilegio de ver nacer a esta institución desde la puesta de la primera piedra. Como conocedor del tema, define en pocas palabras el alcance de este mundo para muchos hasta hoy desconocido: ¨el desarrollo de la nanotecnología ha avanzado mucho más rápido que cualquier desarrollo que uno conozca en la Humanidad, ha sido un ¨boom¨ en pocos años, porque se puede aplicar en todas las ramas de la vida, con un alto valor agregado. Es como realizar un traje a la medida¨.
La visión de Fidel
Cuando apenas el mundo de las nanotecnologías comenzaba a ser conocido en Cuba, entendido como ¨el diseño, la caracterización, producción y aplicación de estructuras, dispositivos y sistemas por medio del control de sus formas y dimensiones a escala nanométrica¨, Fidel –como siempre lo hizo- viajó al futuro desde el presente, al apreciar la magnitud y el posible impacto a largo plazo de un proyecto como el del Centro de Estudios Avanzados de Cuba.
En nuestro país se realizaban investigaciones referidas a este campo desde el surgimiento de las nanociencias, de manera dispersa y fundamentalmente en universidades. Sin embargo, no es hasta finales del 2017 que surge un programa nacional de Nanociencias y nanotecnologías que agrupa actualmente 26 proyectos, concentrados en el desarrollo de los sectores de mayor impacto en la transformación económica y social.
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La COVID-19: el desafío mayor
El complejo escenario marcado por la llegada de la COVID-19, despertó la inteligencia y potencialidades de este colectivo que se sumó al resto de la comunidad científica para acompañar al gobierno en la búsqueda de soluciones para enfrentar la pandemia.
El Centro de Estudios Avanzados contribuyó a identificar las primeras imágenes de pacientes cubanos contagiados con el virus para poderlas comparar con las de individuos sanos, y realizar un mejor diagnóstico en aras de alcanzar más eficiencia en el manejo de la enfermedad.
La llegada de la tecnología basada en la extracción de nanopartículas magnéticas a laboratorios de Biología Molecular del país, le abrió el camino al CEAC para trabajar en un diagnosticador nacional para actuar durante la primera fase de las pruebas de PCR y detectar el SARS-CoV-2.
Desde antes poseían un sistema tecnológico, pero no se había probado. Cuando el pico de enfermos comienza a elevarse a mediados de 2020, logran una alianza estratégica con el Instituto de Medicina Tropical ¨Pedro Kourí¨ (IPK), para comenzar a probar el sistema de extracción del ARN del virus en pacientes positivos y comprobar su efectividad.
¨Se realizó un sistema de buffer lisie para este virus que no deteriorara las nano partículas- afirma Yorexis-, lográndose un sistema combinando donde coexistían nanopartículas y buffer lisis específico en armonía con productos que en esos momentos desarrollaba el BioCen que era el transportador, y otros comerciales que estaban entrando al país¨.
El reto resultó inmenso y se logró vencer en el menor tiempo posible. Solo cuatro meses bastaron para concretar el proyecto dirigido también a sustituir importaciones y asegurar lo más importante: resultados de una alta efectividad, en una carrera contrarreloj que se tradujo además en salvar vidas humanas.
La idea era alcanzar una nano partícula cuya matriz fuera selectiva al ARN del virus (ácido ribonucleico formado por una cadena de ribonucleótidos que está presente tanto en las células procariotas como en las eucariotas, y es el único material genético de ciertos virus) y una fuerza que pudiera halarla para poder hacer los lavados que no se mezclarán con el sistema. O sea se buscaba abrir el virus, extraer el ARN específico sin contaminaciones y bien concentrado, para después introducirlo en el equipo de PCR en tiempo real y analizar la muestra con la mayor sensibilidad posible.
El primer ¨hijo¨ nanotecnológico del CEAC
Trabajado en condiciones de campaña, y con la máxima prioridad de la institución, nace el CEA-NANO Plus RNA 3.0, el diagnosticador para la extracción magnética de ARN con Nanotecnología, el primer producto nanotecnológico totalmente cubano realizado en el CEAC.
¨El kit lo queremos como un hijo, porque tiene mucha ciencia y pasión detrás¨, afirma Bryan Mondejar, jefe del departamento de Nanoformulaciones, un científico muy joven, Doctor en Ciencias y también Máster, apasionado por lo que hace, capaz de demostrar en pocos minutos la complejidad de cualquier asunto vinculado con el mundonano.
Como elementos esenciales en el resultado del nuevo producto, destaca la interdisciplinariedad presente en su diseño y la convergencia de varios saberes acumulados durante muchos años, de ahí sus efectos positivos que permiten alcanzar una mayor sensibilidad para el análisis de las muestras de los PCR, con gran confiabilidad en los diagnósticos en la detección de la COVID19 en las personas.
El diagnosticador ¨camina¨ Cuba
Avalado por el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED), el kit diagnóstico cubano se distribuye desde el pasado mes de diciembre. Y el colectivo tiene el compromiso de llegar a 20 000 determinaciones diarias para separar el virus y concentrarlo en su primera etapa antes de introducirlo en el dispositivo de PCR, lo que dará la posibilidad de realizar una mayor cantidad de pruebas en el país.
¨Saber que lo que hacemos va a resolver un problema, y está dirigido a una buena causa, provoca una alegría inmensa para todos y especialmente para los jóvenes de nuestra institución, porque además logramos algo muy difícil de alcanzar, el llevar la ciencia a la producción¨, afirma emocionado el director de Investigaciones del Centro de Estudios Avanzados.
¨Es más reconfortante aún porque el diagnosticador no es un producto biotecnológico, y contribuir a dar soluciones en el enfrentamiento a la pandemia en Cuba, eso da una alegría inmensa¨.
Sin titubear, Bryan Modéjar asevera: ¨Es un aporte en la sustitución de importaciones para el diagnóstico molecular en nuestro país que no es solamente para el COVID, aunque coincidimos que hoy enfrentamos una ¨guerra¨, y garantizar un sistema que nos permitiese garantizar la salud del pueblo mediante un diagnóstico eficaz, ha sido un reto pero también una gran satisfacción para el colectivo¨.
