Desde aproximadamente el 2015 Cuba cuenta con un plan para enfrentar efectos extremos del clima, en el que se incluyen medidas a corto, mediano y largo plazos, explicó este jueves Inés María Chapman Wauhg, viceprimera ministra de la República, en el espacio informativo Mesa Redonda.
Precisó que se han llevado a cabo inversiones y acciones de mantenimiento, así se vela por el cumplimiento de otras directivas, las cuales han sido chequeadas constantemente por el gobierno central con el fin de controlar la situación hídrica en la mayor de las Antillas.
Las metas propuestas se han ido cumpliendo, está establecido un sistema de trabajo que chequea cada sábado estas tareas, lo que permite que se adopten nuevas decisiones o se perfeccionen otras en dependencia de la situación, resaltó.
También existe un plan integral de desarrollo hidráulico y recientemente se chequeó la situación de los trasvases por su importancia en el apoyo a la producción agrícola, además del seguimiento a la Tarea Vida, plan de Estado de enfrentamiento al cambio climático, y a la Nueva Agenda Urbana, señaló la viceprimera ministra.
Ramón Pérez Suárez, investigador del Centro de Clima en el Instituto de Meteorología, informó en la Mesa Redonda que se han incrementado las áreas de sequías meteorológicas, por lo que el país presenta una situación difícil, que no ha estado peor gracias a las lluvias del último noviembre.
Todos los meses han estado por debajo de la media histórica, y en ello influye además, el aumento de las temperaturas y la evaporación; no obstante, los pronósticos son favorables desde el punto de vista climático, aclaró.
A partir del 20 de este mes debe haber un aumento de las precipitaciones, dijo el experto y puntualizó que de mayo a octubre ocurre el período lluvioso, el cual se divide en dos trimestres; para el primero se espera un comportamiento ligeramente por encima del valor medio histórico y en el segundo un poco mejor, sobre todo en la región occidental del país.
La temporada ciclónica podrá contribuir además a la situacion hídrica; y según el pronóstico del Instituto de Meteorología de Cuba se formarán 16 ciclones tropicales, de los cuales ocho podrán alcanzar la categoría de huracán, resaltó el investigador.
Las probabilidades de que estos organismos atmosféricos se intensifiquen en el Caribe es del 60 al 70 por ciento relativamente, lo que constituye cierto peligro para Cuba de ser afectada por un ciclón tropical.
Pérez Suárez recordó que ante esta situación compleja el sistema de vigilancia del país está dispuesto para enfrentar y dar los avisos oportunos.