por Las delegaciones de la región que asistieron al XVIII Congreso Panamericano-Árabe, que concluyó este sábado en La Habana, aprobaron por unanimidad la propuesta de Uruguay de que por su prestigio y defensa a las más nobles causas de la humanidad, la isla dirija los designios de la organización, la cual representa a más de 20 millones de inmigrantes y descendientes árabes diseminados por el continente.
Entrevistado por la Agencia Cubana de Noticias, tras ser elegido para tan alta responsabilidad, Deriche Gutiérrez señaló que se trata de “un indudable logro de la comunidad cubano-árabe y de este pueblo del cual formamos parte, y agradecemos las muestras de cariño y de respeto recibidas de las naciones miembros de la FEARAB”.
Trabajaremos con ellas, expresó, para mantener la unidad, identidad y cultura entre todas y hacia el interior de las comunidades en cada país, ante todo preservar la paz, tal cual acordaron los mandatarios de América Latina y el Caribe al proclamarla como zona de paz, y de ser posible extender ese espíritu al Medio Oriente.
A la memoria del Doctor Alfredo Yabur Maluf, hijo de inmigrantes libaneses y que al triunfo de la Revolución fue su primer ministro de Justicia, estuvo dedicado el congreso, al que asistieron representantes de Uruguay, Chile, Brasil (en cuyas manos estuvo hasta ahora la presidencia de la organización a nivel continental), Panamá, Argentina, Nicaragua, Ecuador, Venezuela y de la isla.
Para Khaled Salama, delegado por Panamá y representante del Partido del Pueblo Palestino en América Latina y el Caribe, ha sido bien merecida la elección de Cuba, un país solidario con la causa del pueblo palestino.
“Si todos los pueblos y gobiernos se solidarizaran con Palestina como desde hace muchos años lo hace la mayor de las Antillas, ya mi patria estaría liberada, sería soberana e independiente”, subrayó el entrevistado.
Alem García, presidente de la FEARAB en Uruguay y elegido ahora vicepresidente primero de la organización en el continente, expresó a ACN su confianza y seguridad de que con Cuba al frente se consolidarán objetivos como los de estrechar los lazos entre las comunidades o colectividades árabes de la región, tanto en lo cultural, científico, social y a nivel de familia.
En su opinión “no hay lugar de América del Norte, de América Central y de América del Sur donde no se haya sembrado una semilla árabe, y los frutos de esa inmigración se ven hoy cuando encontramos, por ejemplo, que en Brasil hay 14,5 millones de inmigrantes y descendientes, entre ellos 6,5 millones de libaneses, más que en el propio Líbano”.
Para George El Alam, presidente de FEARAB en Chile, “este congreso ha superado nuestras expectativas, no solo por cumplirse el sueño de poder conocer La Habana sino porque nos hemos reencontrado viejos amigos, es mayor el número de países presentes en relación con anteriores ediciones y hemos acordado fortalecer la unidad”.