Es preciso cuidar más a las embarazadas ante mayor severidad de la COVID-19 en este grupo poblacional

En una comparecencia televisiva, la especialista hizo alusión al aumento de las embarazadas infectadas en todas las provincias del país y, sobre todo, a la estadía de varias de ellas en las terapias intensivas, donde hay un importante número de gestantes en estado crítico, con evoluciones clínicas «que hoy no podemos garantizar que sobrevivan, a pesar de todos los recursos humanos y materiales que se emplean», lamentó.

Por ello –alertó– es muy importante que la población y la familia interioricen la complejidad de la evolución de una puérpera o una embarazada cuando se contagian con la enfermedad.

«La evolución es muy desfavorable, sobre todo en la edad gestacional de las 26 a las 32 semanas, y en las pacientes con sobrepeso, obesidad y diabetes descompensada», recalcó.

Estas situaciones, en no pocos casos, han obligado a que el equipo médico tenga que optar por la decisión de interrumpir el embarazo en aquellas que se encuentran entre las 26 y las 30 semanas de gestación, con las consecuencias negativas que pueda provocar al fruto de la concepción, señaló la doctora Urgellés Carreras.

Con respecto a las comorbilidades que agravan el estado de salud de las gestantes, la especialista enfatizó en la necesidad de que tanto la familia como el médico del área de Salud se involucren en mantener compensadas enfermedades como la diabetes y la hipertensión, al ser estas las que con más frecuencia complican los embarazos y llevan a un progreso más desfavorable ante el contagio con el SARS-COV-2.

Al referirse a la urgencia de detectar y atender con prontitud a este grupo vulnerable, Urgellés Carreras advirtió que, en estos tiempos, «todo síntoma respiratorio es COVID-19. Eso tiene que quedar claro a toda la familia, a las gestantes, e incluso, al personal de la Salud».

Alertó, igualmente, de la presencia de otros síntomas no respiratorios que también son característicos de esta enfermedad, como la diarrea, el malestar general o el rash; ante los cuales se debe descartar, ante todo, el posible diagnóstico del virus.

Acerca del proceso de vacunación que se inició el 29 de julio en el país para las embarazadas y las mujeres lactantes, la doctora del Hospital Militar Luis Díaz Soto llamó a las gestantes a procurar inmunizarse.

«Esto no le hace daño a los niños; todo lo contrario, es una mayor protección, y contribuye a que, si se contagian, la evolución sea más benigna», dijo.

No obstante, la mejor opción sigue siendo evitar el contagio y, en el caso de las embarazadas –señaló Urgellés Carreras–, la familia, o los que viven con ellas, deben extremar los cuidados y cumplir con las medidas higiénico-sanitarias de prevención, como el aislamiento social, el uso del nasobuco, la desinfección de manos y superficies expuestas así como evitar que salga a la calle.

 

 

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