Fidel es Cuba

«¿Qué cubano no conserva para sí una imagen de su líder? Él entró para siempre en nuestras vidas y pasó a formar parte de nuestras familias», subrayó Miranda en el tributo póstumo a Fidel en la Plaza de la Revolución Antonio Maceo, de la ciudad santiaguera.

Afirmó que el Comandante en Jefe sigue estando junto al pueblo, «en la plaza y en la juventud, en las escuelas con los estudiantes, a pie de obra con los constructores. Está en lo más puro de nosotros, en el espíritu revolucionario del internacionalismo que nos inculcó. Fidel es un país», aseveró.

El máximo representante de los CDR en el país puntualizó, además, que era simbólica la manera en que 50 años después, el guerrillero de la Sierra evocaba los momentos fundacionales de la mayor organización de masa del país.

«Su orientación, su guía, sus críticas, sus alertas, convirtieron a la mayor organización de masas del país en una fuerza pujante de pueblo, depositaria de los valores humanos creados por la Revolución. Esos son los CDR: verdaderos representantes de nuestra sociedad civil socialista», sentenció.

Dijo que la historia recordará que fue el Comandante en Jefe el primero en donar sangre para los damnificados en el terremoto de Perú en 1976. «Como en todo, ese día fue el primero. Su ejemplo personal y sus valores humanos son nuestro chaleco moral», destacó emocionado.

Por su parte, la secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Teresa Amarelle Boué, al evocar la figura de Fidel, precisó: «Nos sumaste a tus ansias de justicia e igualdad, nos impulsaste a unirnos y organizarnos».

«¡Una revolución, dentro de la Revolución!, así definiste la emancipación de las mujeres cubanas», exclamó la dirigente femenina.

«La Revolución ha dignificado el papel de las mujeres», amplió, y seguidamente expuso una idea fundamental: «Cuando en un pueblo pelean los hombres y pueden pelear las mujeres, ese pueblo es invencible y Cuba es invencible».

«Las federadas hemos rubricado tu concepto de Revolución en todo el país. Nos sentimos comprometidas por haber vivido tu tiempo Fidel y para continuar la obra que comenzaste, las cubanas somos la Revolución… porque nos dio la posibilidad de convertirnos en protagonistas».

“Fidel, vives en cada cubana, en nuestros hijos, en nuestros nietos… Gracias Comandante por tus enseñanzas y tu ejemplo, y tu confianza en el liderazgo indiscutible de las mujeres ¡No te fallaremos jamás!”, finalizó con emocionadas palabras.

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