por A 150 años de iniciada la histórica Asamblea que dio vida a la primera Carta Magna de Cuba, los hijos de este poblado del Camagüey regresaron al mismo lugar donde nació la República para rendir homenaje a sus gestores.
En el acto, la Premio Nacional de Historia 2015, Elda Cento Gómez, habló de la trascendencia histórica de esos días, en que salieron a la luz las aspiraciones patrióticas de aquellos hombres nobles que habían decidió alzarse en armas por la independencia; aquellos que, en palabras de un poeta: «nos ganaron la Patria de pie».
«¿Por qué Guáimaro, qué hizo que un modesto poblado rural alcanzara la magnitud que alcanzó en la historia de Cuba? No fue solo su posición geográfica, sino también su condición de territorio libre desde el propio Alzamiento del Camagüey». Así lo significó la miembro de la Unión de Historiadores de Cuba en su discurso, quien definió a este lugar del Camagüey como símbolo de la nación cubana.
«Con Guáimaro -dijo- se inaugura una tradición jurídica que proyectó una ética basada en la igualdad y el derecho; por primera vez se delinea un frente único para combatir al colonialismo español y en la distancia del tiempo, aquella Constitución fue un acto de soberanía, sin imposiciones, como el proceso que hemos vivido para llegar hoy a la proclamación de una nueva Carta Magna».
Por su parte, Teresa Hinojosa Torres, presidenta de la Junta Directiva Provincial de la Unión de Juristas de Cuba, se refirió a la importancia de la Constitución aprobada en Guáimaro, producto del consenso de voluntades disímiles en cuanto a la manera de llevar adelante la República naciente entre personas que encarnaban el sentir de los cubanos.
A propósito, aludió al tributo que en el preámbulo de la Ley de leyes que el Parlamento acaba de proclamar, se hace a los acontecimientos de Guáimaro y a los independentistas que en ellos participaron.
Asimismo, habló de la labor constituyentista de Ignacio Agramonte, el padre, el alma, el forjador de la primera Constitución mambisa; fue, en esencia, la voz de todo un pueblo irredento.
Hinojosa destacó el proceso de fortalecimiento de la institucionalidad que vive Cuba hoy, del cual los juristas so protagonistas, y quienes, inspirados en el ejemplo de Agramonte, deben participar con sinceridad y como servidores públicos que son.
Del talento de los artistas de la Banda Municipal de Concierto y la Provincial, del Ballet Folclórico de Camagüey, de actores y de estudiantes de la escuela Vicentina de la Torre, brotaron muestras de veneración a la Historia de la nación, que hoy escriben las actuales generaciones.
Previo al acto político cultural, en el Parque de la Constitución, se depositó una ofrenda floral en nombre del pueblo de Cuba ante el Obelisco de los Libertadores, que rinde homenaje a Carlos Mauel de Céspedes, Ignacio Agramonte, Máximo Gómez, José Martí, Calixto García y Antonio Maceo.
