por Con esta medalla de plata, iguala lo conseguido hace 5 años en Río de Janeiro, pero en condiciones completamente diferentes. Ahora le bastaron poco más de dos meses de preparación.
Después de conseguir victorias ante la portuguesa Rochele Núñez, la china Shiyan Su en cuartos de finales y ante la número uno del ranking, Romane Dicko donde consiguió una espectacular técnica de sacrificio y aseguró estar en el podio en sus cuartos Juegos consecutivos. Ya en la final luchó cerca de 9 minutos con la local Akira Sone y cedió por descalificación.
Estoy muy feliz con mi cuarta medalla olímpica y más en estos Juegos por toda la situación que pasamos por el tema de la pandemia. Tuve poco más de dos meses de preparación y miren lo que conseguí. Desgraciadamente muchas personas que uno estima dudaron que podía llegar hasta acá.
Idalys agradeció al equipo masculino que la ayudó mucho en los entrenamientos y que suplió la falta de eventos internacionales. “Debo agradecer al profesor Julio Alderete porque me facilitó a sus atletas para los entrenamientos, incluso nuestros entrenadores estuvieron en ocasiones con situaciones con el tema epidemiológico y solo nos quedamos con ellos”.
Sobre el combate final ante Akira Sone de Japón, sin dudas la más difícil de las rivales que enfrentó, la artemiseña de 33 años d edad señaló.
Bueno fue la única que no pude vencer, pero considero que con un poco más de preparación y una buena estrategia, sí la puedo superar.
Por el momento Idalys disfrutará su cuarta medalla olímpica y no piensa en el retiro del deporte activo. “Hasta ahora no tengo nada definido, puede que sí y puede que no”.
Idalys Ortiz logró igualar las cuatro medallas de Driulis González, quien ha sido su ídolo en esta disciplina. “Siempre he querido igualar sus resultados, por eso me he esforzado mucho, pero nunca por superarla. Es una atleta que dejó un importante legado y he aprendido mucho de ella”.
Hace poco más de un mes, Idalys concluyó en la 5ta posición en el Campeonato Mundial de Budapest y muchos dudaron de su presea en Tokio.
Siempre le dije a mis compañeras antes de llegar a Japón que casi nunca me va bien en el mundial previo a unos Juegos Olímpicos y después consigo la medalla. Yo sabía que podía estar en el podio aquí, me pasó en Londres en el año 2012, el año antes en Brasil quedé en el quinto puesto y después gané el oro olímpico.
Ortiz, además de tener dificultades en los entrenamientos, lamentó la pérdida de su papá. “De eso no me gustaría hablar porque me pone muy sentimental, seguro le hubiera gustado mucho disfrutar este momento”.