Su decisión, contraria al compromiso contraído con el pueblo y el equipo, ha generado repudio entre sus compañeros y demás miembros de la delegación, dispuestos a sobreponerse al lógico impacto de un hecho ajeno a la mayoritaria voluntad de ser fieles a la patria y la misión con que viajamos al evento.
Consideramos oportuno recordar que el estímulo a este tipo de comportamiento ha signado las muchas agresiones gestadas contra nuestro deporte, víctima del accionar de mercaderes y traficantes favorecidos por la decisión del gobierno de los Estados Unidos de inhabilitar el acuerdo destinado a normalizar la inserción de nuestros jugadores en los circuitos de la MLB.