Más allá de producir alimentos: alcanzar soberanía alimentaria y nutricional (+Audio)

En el intercambio que se realizó este viernes -donde participaron el Vicepresidente Salvador Valdés Mesa y el Primer Ministro Manuel Marrero Cruz- el mandatario cubano subrayó que la producción de alimentos es uno de los temas que se deben analizar con carácter holístico, en el que se reconozcan todos los eslabones en materia de alimentos.

Muchas veces reducimos los debates solo a la producción de alimentos -reflexionó el Jefe de Estado- sin abarcar otros procesos que también intervienen, como “la introducción de los resultados científicos, los problemas en la comercialización y la distribución, el consumo asequible, la nutrición, los buenos hábitos, la implicación de la alimentación y la nutrición en la salud de nuestro pueblo”.

En su intervención, el presidente cubano significó los aportes que van dejando este tipo de encuentros, sistema de trabajo que se decidió extender también a la producción de alimentos, a partir de las experiencias adquiridas para enfrentar desde la ciencia la epidemia de la COVID-19.

Díaz-Canel destacó dos contribuciones esenciales que han surgido de estos primeros intercambios con la comunidad científica cubana y que hay que empezarlos a trabajar de inmediato con el apoyo de juristas desde el inicio, para que salgan robustos jurídicamente.

En ese sentido, indicó diseñar las políticas y normas jurídicas para la extensión agraria y los bioproductos.

Con anterioridad, al presentar el Programa de Bioproductos de uso agrícola en Cuba, Luis Agustín Gómez Jorrín, director general del Instituto de Suelos, se refirió a la importancia de los bioproductos como un componente de la estrategia de manejo integrado de la nutrición vegetal y la protección fitosanitaria de los cultivos.

Precisó que en el programa se reconocen tres productos principales: biofertilizantes, bioestimulantes y bioplaguicidas.

El científico acotó que hoy existen en el país 39 bioproductos priorizados y otros 18 se encuentran en fase de desarrollo.

En ese sentido, el director general del Instituto de Suelos consideró que contar con una política aprobada para la producción, desarrollo y uso de los bioproductos a nivel nacional; así como identificar y proteger con diferentes bioproductos los cultivos definidos como priorizados como parte del manejo sostenible de la nutrición y la protección fitosanitaria, figuran entre las áreas claves de seguimiento en el uso de los bioproductos para la producción de alimentos en las condiciones actuales de la economía cubana.

El tema generó un amplio debate sobre los más variados aspectos relacionados con la investigación, la innovación y el desarrollo tecnológico, la implementación de los resultados; así como la urgencia de fomentar los vínculos que deben existir entre la academia y las empresas; la sostenibilidad y el incremento de las capacidades productivas.

Con la premisa de que como expresó el presidente Díaz-Canel, para innovar hay que implementar, transcurrió la enriquecedora jornada en el Palacio de la Revolución donde un grupo de científicos y académicos vinculados a la soberanía alimentaria y nutricional de Cuba, ratificaron el compromiso con la visión estratégica del Comandante en Jefe Fidel Castro, quien desde el inicio de la década del 60 del pasado siglo se refirió a la importancia de la fertilización de los suelos con microorganismos en el contexto de la aplicación de la ciencia a la agricultura; al tiempo que impulsó el programa nacional de Lucha biológica, y otros proyectos esenciales destinados a usar la ciencia en la producción agroalimentaria del país.

En el escenario actual, marcado por los efectos de una crisis económica internacional prolongada, generada por los impactos de la COVID-19, la soberanía alimentaria y nutricional es estratégica para Cuba.

Potenciar nuestras capacidades desde la gestión del conocimiento, la innovación y la tecnología, aplicando la ciencia, permitirá producir más, con nuestros propios recursos y reducir gradualmente las importaciones.

 

 

 

 

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