Recibe Alicia Alonso título de Doctor Honoris Causa en Costa Rica

Con fuertes aplausos y gritos de bravo, tal y como reconoce el público la ejecución de los bailarines, los concentrados esperaron fuera del Auditorio de la Facultad de Educación de la UCR la salida de Alicia Alonso, fundadora, directora y coreógrafa del Ballet Nacional de Cuba, una de las más prestigiosas compañías del mundo.

Con gestos del ballet, Alicia Alonso agradeció a los presentes y los instó a estudiar y formarse para el futuro. ‘Adelante compañeros’, exclamó.

Dentro del recinto, poco más de 250 invitados, personalidades, diputados, autoridades académicas y educandos participaron en la emotiva ceremonia de otorgamiento del título de Doctor Honoris Causa a la afamada bailarina cubana, de 96 años de edad y quien danzó hasta los 70 años.

Visiblemente alegre, sonriente, haciendo reverencias o movimientos del cuerpo al escuchar bellas ejecuciones al piano y violín de profesores de la Facultad de Bellas Artes de la UCR, a quienes dedicó un sonoro ¡Bravo!, Alicia Alonso agradeció la máxima distinción de esa institución.

“Su legado es a todas luces inigualable. Nuestra comunidad universitaria le agradece aceptar este doctorado como reconocimiento a su proyecto de vida de bailar y hacer baila”, aseveró el rector de la UCR, Henning Jensen en la ceremonia de imposición.

Jensen explicó que la decisión obedece, entre otras razones, al carácter pionero de su trabajo, a su papel como directora del Ballet Nacional de Cuba y a su incansable labor de preparación de verdaderos profesionales de la danza.

Al recibir la medalla distintiva, Alicia Alonso la tomó con su mano derecha y la colocó primero en su mejilla izquierda, después en la derecha y finalmente la besó, antes de extender su mano derecha en el clásico movimiento de agradecimiento del ballet, ese que ella, como nadie, supo interpretar.

De esa forma, Alicia Alonso se convirtió en la tercera mujer en recibir el doctorado Honoris Causa de la UCR, junto a la filósofa estadounidense Judith Butler y la escritora costarricense Carmen Naranjo.

“Estoy muy emocionada. Muchas gracias a todos ustedes, muchas gracias en nombre del Ballet Nacional de Cuba”, exaltó la afamada bailarina cubana.

Hemos estado muchos años luchando por el ballet no solo de Cuba o de Costa Rica, sino de toda América Latina, porque nosotros podemos bailar ballet y hacerlo bien, así como compartirlo con todo el mundo. Lo hemos dicho durante toda la vida, dijo.

Creo que si algo prueba mi carrera artística y la existencia del Ballet Nacional de Cuba es que la danza clásica y la incorporación a nuestra América de la gran herencia universal de este arte es algo posible”.

A la Prima ballerina assoluta cubana la UCR dedicó también su primera edición del Festival Paréntesis, el espacio de danza 2017, y el grupo Danza Universitaria le obsequió una escultura de una bailarina, obra de la artista costarricense Elena Astorga.

En su tercera visita al país, el elenco del Ballet Nacional de Cuba bailará, el sábado y domingo, en el Teatro Popular Melico Salazar de la capital costarricense.

El programa incluye fragmentos de obras que consagraron a los cubanos como una de las compañías de ballet clásico más importantes en el mundo.

En las tres funciones se interpretará el segundo acto de Giselle y la suite de Don Quijote. El repertorio también incluirá, de forma alternada, los pas de deux –coreografías en dúo– de El lago de los cisnes ( El cisne negro ) y El Corsario.

Los bailarines también interpretarán el ballet Muñecos, del coreógrafo cubano Alberto Méndez.

Fuente. Prensa Latina, y Agencias

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