Santiago de Cuba, temblor de tierra en tiempos de COVID-19

Como siempre sucede en estos casos, los que no lo sintieron se enteraron por vecinos, familiares y amigos en diversos puntos de la urbe, que fueron numerosos y distantes tanto como el poblado de El Cobre, situado a unos 22 kilómetros.

 Aunque no se reportan daños humanos ni materiales, el impacto de la sacudida es más bien emocional, porque además de ser una circunstancia a la que nadie se acostumbra por más que viva toda su existencia en la tierra más sismogénica del país, viene a sumarse a la coyuntura actual con la pandemia.

Así, el cuarto sismo perceptible del año, registrado con una magnitud de 4,0 a 31 kilómetros al suroeste del municipio de Niceto Pérez, en la provincia oriental de Guantánamo, “puso los pelos aún más de punta” a quienes lo sintieron en ese territorio y el santiaguero, señala en su reporte la periodista Martha Cabrale, de Prensa Latina.

Con sus coordenadas de 19.84 grados de latitud norte y 75.46 de longitud oeste, el temblor ocurrió a una profundidad de 20 kilómetros y a las 05:50 pm, hora local, cuando las proverbiales altas temperaturas de estos días apenas comenzaban a dar una tregua.

Pasada poco más de una hora, la atención vuelve a centrarse, televisión mediante, en los últimos datos del SARS-CoV2 en Cuba y el mundo, con la certeza de que, a diferencia de los imprevisibles terremotos, a este azote le podemos plantar precaución, inteligencia y disciplina.

 

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