Se reanima la industria cubana en tiempos de crisis económica

La entidad se encarga de producir y trasformar el acero negro para desarrollar diferentes producciones como naves, estructuras metálicas, objetos de obras, fabricación de carpintería de PVC o aluminio, módulos de facilidades temporales y puertas enrollables. Dichas producciones se han visto afectadas de manera directa por las medidas restrictivas impuestas por del bloqueo norteamericano. Estas disposiciones atentan contra la calidad de las producciones y contribuyen a encarecer sus costos.

El especialista comercial de la UEB, Jeisys Espinosa Romero, explicó que todas las materias primas requeridas para la producción son importadas. El metal de bobina de acero negro galvanizado se importa desde China, y por el tema de trasportación-flete se ha financiado a esos altos costos: “las medidas coercitivas impuestas por el bloqueo limitan el número de proveedores, y quienes deciden comerciar aumentan el precio de sus mercancías por ser Cuba un destino peligroso; igualmente ocurre con las navieras contratadas”.

Responde la industria cubana a los tiempos de crisis económica

La adquisición de una dobladora de PVC para mejorar la calidad de las producciones asociadas a la carpintería colonial le cuesta al país unos 150 mil dólares en Europa. Su valor se reduciría en casi un 50% si estas maquinarias se compraran en el mercado norteamericano. Esta compleja situación atenta contra la calidad y los niveles productivos de la entidad, a partir del desgaste técnico de sus equipos, asimismo resquebraja los intereses de exportar algunas producciones. 

La crisis económica global también incide en el incremento del precio de las materias primas. Hoy, por citar un ejemplo, el costo de la tonelada de estructuras metálicas ha crecido hasta un 150%. Tales montos atentan contra los niveles productivos de la entidad y para contrarrestar esas pérdidas hemos buscado la diversificación de su estrategia comercial.

De acorde a las nuevas disposiciones implementadas por el gobierno para el perfeccionamiento de la empresa estatal socialista, la UEB Julio Antonio Mella apuesta por fortalecer las actividades secundarias y potenciar el número de servicios como los de mantenimiento, montaje y reparaciones. Estos llevan un mínimo de recursos y sus costos son bajos. Aun cuando sus ingresos no son significativos en valores, la prestación de servicios respalda un nivel de utilidades capaz de garantizar el salario de los trabajadores y asumir otros gastos.  

La UEB Julio Antonio Mella se ha valido del encadenamiento productivo para asegurar algunas producciones de otras entidades a fines y adecuarlas a sus proyectos.

Contiguo a las restricciones financieras, la pandemia de la covid-19 ha fragmentado las aspiraciones de Cuba en avanzar en sus planes y proyectos de desarrollo económico, sin embargo, Espinosa Romero aseguró que un estricto control de los protocolos sanitarios les permitió detectar a tiempo el contagio de algunos trabajadores, sin traer afectaciones a la producción.

“Se ha tenido que balancear algunos cargos y desplazar trabajadores hacia otras actividades para no detener la actividad productiva ante la detección de obreros afectados por la covid-19. Se traspasaron algunas cargas de trabajo hacia otros talleres, como el de estructuras metálicas y carpinterías. Igualmente se disminuye el intercambio con clientes y proveedores. Muchas conciliaciones han tenido que ser vía telefónica o por correo electrónico”.

Hoy el país requiere de directivos y cuadros como los de la UEB Julio Antonio Mella, capaces de gestionar su financiamiento, trazar estrategias para cumplir con los planes económicos a partir de la disponibilidad de combustibles, aumentar su eficiencia y la calidad de sus producciones, sin que las limitaciones económicas y sanitarias sean determinantes para impulsar el desarrollo del país.

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