Sesenta años después, la esencia de una potencia deportiva mundial

Desde aquel 19 de noviembre de 1961, por ella han pasado 235 medallas olímpicas, 77 de ellas doradas, pues esos laureados tuvieron en sus profesores los verdaderos iniciadores de sus hazañas. En ese insustituible magisterio, que busca desarrollar en el niño sus capacidades motrices, mediante disímiles herramientas, entre ellas el juego como catalizador de estas, al enriquecer en el infante su imaginación, la interacción social y la consolidación de la confianza en sí mismo, nacieron las glorias que tanto hemos vivido.

Pero también en esa actividad de eximio ejercicio pedagógico se halla el núcleo de la formación integral. Otros campeones, en la ciencia y la innovación; los ingenieros, los intelectuales, oficiales, maestros o médicos, encontraron en ella su futura realización.

Ese alcance social fue definido aquel día por el líder histórico de la Revolución Cubana: «La Revolución tiene la obligación de luchar por un pueblo saludable y fuerte; por un pueblo superior en condiciones físicas», dijo entonces, y agregó: «La Revolución tiene que ocuparse de la Educación Física y el deporte como una cuestión fundamental para el país».

Fue su idea, a diferencia de los más avanzados pensamientos sobre esta materia, incluir la Educación Física desde primer grado, y Cuba se convirtió en pionera de esa experiencia. «El deporte y la Educación Física no le irán a quitar el espacio a los estudios, sino que irán a fortalecer los estudios de los alumnos».

Entonces, esa clase no es el clásico uno, dos, tres, cuatro, y el profesional que la vea así, estaría lastrando el desarrollo de la nación. Si un profesor de Educación Física o un entrenador quiere saber cuán importante es, debe leerlo así: «El deporte es y debe ser uno de los medios más eficaces con que cuenta la sociedad para contribuir al fomento del bienestar y la salud de los ciudadanos, para el desarrollo del espíritu de superación y de emulación entre las personas, para la consolidación de hábitos de disciplina social, de solidaridad entre los hombres, para el cultivo de una mejor calidad de vida, en una palabra, para la realización plena del ser humano».

Hoy es el Día de la Cultura Física y el Deporte, justamente por la relevancia de aquellas enseñanzas, pero, en medio de un torbellino comercial y elitista en el movimiento deportivo internacional, todos los días debemos recordar aquel de hace 60 años, donde está la esencia de una potencia deportiva mundial.

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