Sigue silencio de EE.UU. a dos meses de ataque contra embajada cubana

Sesenta días y contando. No hay condena pública aún del Departamento de Estado sobre el ataque contra la Embajada de Cuba en Estados Unidos, escribió Cabañas en su cuenta de la red social Twitter.

El embajador agregó que, a pesar del silencio sobre ese tema, la entidad federal ‘ha tenido tiempo de caminar en círculos sobre la vieja retórica para tratar de justiciar el bloqueo’ impuesto por Washington contra el país caribeño hace casi 60 años.

Reiteradas veces las autoridades de la nación antillana han condenado el silencio de la administración de Donald Trump sobre el ataque terrorista ocurrido en la madrugada del 30 de abril, en el cual el ciudadano de origen cubano Alexander Alazo disparó 32 proyectiles de un fusil semiautomático contra el edificio de la embajada de la isla.

En una carta enviada a finales de mayo al presidente de la Asamblea General de la ONU, Tijjani Muhammad-Bande, la representante permanente alterna de Cuba ante el organismo, Ana Silvia Rodríguez, sostuvo que esa agresión fue resultado directo de la política hostil del gobierno estadounidense contra la mayor de las Antillas.

La diplomática criticó en el texto que el ejecutivo norteamericano ha optado por no condenar y no rechazar este grave ataque terrorista. ‘Su silencio cómplice alienta la ejecución de acciones similares por parte de individuos y grupos violentos que existen en los propios Estados Unidos’.

Asimismo, sostuvo que el hecho también estuvo relacionado con ‘la permanente instigación a la violencia de políticos estadounidenses, incluidos altos funcionarios del Departamento de Estado y la Embajada estadounidense en La Habana; así como de grupos extremistas anticubanos que han hecho de este tipo de ataques su medio de vida’.

Las críticas al silencio de Estados Unidos se incrementaron después de que el 13 de mayo la administración Trump incluyó a Cuba en una unilateral lista de países que no cooperan con los esfuerzos antiterroristas.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, expresó en Twitter que con esa medida el gobierno de la nación norteña rompió el récord de cinismo y pasó del silencio a la injuria, tras afirmar que la isla seguía esperando los resultados de la investigación sobre los eventos en la embajada.

De acuerdo con el mandatario, Estados Unidos pasó de la exaltación y complicidad con el terrorismo a incluir a Cuba en esa lista espuria, acusando a la nación víctima de no cooperar contra ese flagelo.

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