Un consenso de salud para la región y el mundo

Auspiciada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Ministerio cubano de Salud Pública (Minsap), la cita contó con la asistencia de 170 participantes de Cuba y otros 33 países y tuvo como principal objetivo unir esfuerzos comunes para frenar la proliferación de enfermedades como el dengue, el chikungunya y el zika, trasmitidas por el mismo vector: el mosquito Aedes aegypti.

El doctor Sylvain Aldighieri, director adjunto del programa de emergencia en salud de la OPS, dio lectura al documento que convoca a incentivar la voluntad política y financiera para asegurar la consolidación y sostenibilidad de la estrategia de prevención y control de las enfermedades arbovirales.

También procura estimular y promover su implantación en los territorios de las Américas para fortalecer los sistemas de vigilancia epidemiológica integrada y desarrollar capacidades técnicas en los servicios de salud.

Especial importancia reviste en la hoja de ruta el desarrollar nuevos paradigmas para el manejo integrado de vectores, que permitan involucrar de manera eficaz a la población y empoderarla como parte fundamental del control del mosquito.

La respuesta integrada incluye entre sus acciones además el fortalecer las capacidades diagnósticas y de los sistemas de gestión de calidad en los laboratorios locales y nacionales a fin de garantizar una adecuada vigilancia virológica, que implica asegurar el acceso a metodologías y plataformas diagnosticas modernas, incluyendo técnicas moleculares y serológicas.

Por otra parte, subraya el texto que la implementación de la estrategia de prevención y control de las enfermedades arbovirales no puede ser un esfuerzo aislado ni responsabilidad única del sector de salud. “Debe ser una acción integral que involucre a otros sectores de la economía, la sociedad, el sector privado, los medios de comunicación, la comunidad y la familia”.

Coloca además especial importancia en la participación activa de la comunidad y el acceso a la información, a fin de que puedan asumir un papel activo en las medidas en torno a la prevención y el control de estas enfermedades.

El doctor Alfredo González Lorenzo, viceministro de Salud Pública, en sus palabras de clausura enfatizó que resulta necesaria la definición en nuestros países de programas de sostenibilidad lo suficientemente integrales, que permitan alcanzar resultados satisfactorios en términos de control de los niveles de infestación de los mosquitos del género Aedes y la transmisión de las arbovirosis.

Ratificó la importancia de impulsar las investigaciones dirigidas al desarrollo de vacunas y a descifrar vacíos de conocimientos aún existentes, por ejemplo respecto al Zika; y expresó nuevamente la voluntad de Cuba de continuar brindando colaboración solidaria con los países de la región y otros pueblos del mundo en la lucha contra esta y otras enfermedades.«Nuestros pueblos esperan por nuestra capacidad para librarlos de la amenaza creciente, el dolor y sufrimiento ocasionado por estas graves enfermedades», dijo.

La señora Sylvia Burwell, secretaria del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos de América subrayó que el Zika es una amenaza que exige alianzas entre países y refirió que el apoyo en programas de capacitación es fundamental para encontrar las mejores maneras de responder ante este y otros virus.

Fuente. Granma, Prensa Latina

 

 

 

 

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