La radio como espectáculo
Soplan vientos provenientes del ciberespacio con las nuevas tecnologías. En muchas partes se comenta que la radio debe ser más interactiva, entrar en mayor contacto con sus auditorios, y que en eso la Internet parece ganarle. ¿Le gana o se deja ganar? ¿Tendrá que plegarse la radio, como único destino en su variante a través de la red de redes? Cierto que desde hace décadas las llamada interactividad radiofónica se ciñe a las llamadas por teléfono, las cartas postales y, en tiempos más recientes, los mensajes de correo electrónico, con las excepciones de espacios de opinión con carácter participativo.


Habanero de raíz, habla con pasión y brillo en la mirada. Seguirlo en sus mil anécdotas resulta una prueba de fuego. Anda siempre escrutando, a la caza del más insignificante cachivache para hacerlo “hablar”. Porque Tomás es un mago muy especial: extrae el sonido de los objetos, o mejor, los fabrica.
Tras unos instantes asoma la voz cómplice y siempre sonriente de la conductora. “Hola. Buenísimas tardes. Soy Tamara Peró y es un gusto estar nuevamente con ustedes, a pesar del calor. Hoy tenemos preparada una propuesta muy, pero que muy especial. Estaremos conversando sobre el programa, cómo surgió, quiénes fueron sus fundadores, la líneas musicales que defiende y por supuesto, no faltará la buena música.
La radio y todos los medios están llamados a cultivar los valores y entre ellos la amistad debe estar entre las prioridades. El título de nuestro artículo es una frase del Héroe Nacional cubano expresada en Nueva York, en mayo de 1884. La amistad se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de importancia y trascendencia. La amistad nace cuando las personas encuentran inquietudes comunes. Hay amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que tardan años en hacerlo. La verdadera amistad dura toda la vida.