Erdwin Fernández, el rey de la comunicación
La última vez que nos encontramos fue durante la celebración de un cumpleaños colectivo que reúne a múltiples personalidades artísticas de la radio, en el patio del Museo Napoleónico, precisamente en 1997, sólo unos meses antes de su fallecimiento.


De pequeño tiene preferencias por aquellos juegos que lo acercan a la escena, inventa cuentos, hace escenificaciones de películas, con el diseño de todos los ingredientes propios. Como su abuelo es sastre, esto le facilita tomar prestadas algunas prendas para vestir a los personajes de sus obras.
Su pérdida, en plenitud de facultades, dejó un vacío en la cultura nacional, en la radio, la televisión, el teatro y el cine, pero sobre todo, en los compañeros y compañeras que tuvieron el honor de compartir su espacio.