La gran Radio Rebelde

Junto a Vilma Espín, Faustino Pérez, Luis Orlando Rodríguez, Luis Buch, Orlando Payret, Eduardo Fernández, Alicia Santacoloma, Miguel Bofill, los hermanos del Río y otros colaboradores, participaron Violeta Casal, Jorge Enrique Mendoza, Ricardo Martínez y Orestes Valera, los locutores de la Sierra.

 

Hasta allí subió un compañero, que parecía muy joven y bastante tímido, pese a que todos se dirigían a él con mucho cariño y respeto. Fue Violeta la que dijo: «Este es Noel Pérez. No subió a la Sierra, pero para nosotros fue una de las voces de Radio Rebelde, porque lo que hizo el 1 de enero fue decisivo».*

«En aquel encuentro con la historia más reciente, Ricardo y Orestes, fundadores, manifestaron la emoción que sintieron el 14 de abril de 1958, cuando en el campamento del Che, en el lugar conocido por La Mesa, recibieron la visita del Comandante en Jefe. Recordaron que la primera intervención de Fidel por Radio Rebelde se realizó ese día, y concluyó así: Al pueblo de Cuba, la seguridad de que esta fortaleza no será jamás vencida, y nuestro juramento de que la Patria será libre o morirá hasta el último combatiente».

Este propio día, hace 14 años, todas las personas que se dieron cita en el Estudio 2 de Radiocentro, asistían a un develamiento de la historia. El encuentro se realizó a partir de las dos de la tarde, y se prolongó hasta el anochecer. Entre los asistentes se encontraban fundadores de Radio Rebelde, artistas y técnicos de la radio de todo el país. Se produjo una transmisión especial de radio y televisión, inédita. En el Estudio y en La Plata, en la Sierra Maestra, se situaron cámaras de televisión para la transmisión simultánea en vivo. Desde La Plata, Aguilerita, veterano combatiente de la Sierra, Amado Hamut, entonces miembro del buró provincial del partido y el periodista Carlos Sanabria, conversaron con Fidel, que estaba en el Estudio, a través de Radio Rebelde. En el videobim, ubicado en el Estudio 2, podíamos ver las imágenes desde la Sierra.

Y aquella tarde se habló de la historia, de la clarividencia del Che, que en los momentos más difíciles comenzó a luchar por establecer una estación de radio, como también lo hizo para la fundación del periódico de la guerrilla. Eduardo Fernández, el técnico, y Ricardo Martínez hablaron de los equipos, de cómo se organizó aquella radioemisora de onda corta que surcó el éter el 24 de febrero de 1958, a las cinco de la tarde y a las nueve de la noche, con un editorial de Luis Orlando Rodríguez, el director, sobre la fecha Patria del Grito de Baire, con el cual se inició la guerra de independencia.

En aquel diálogo, Fidel expresó la valoración que tenía, cuando afirmó que «la estación se convierte no solo en un medio de información de lo que estaba ocurriendo, sino en un instrumento de guerra, en el principal medio de comunicación nuestro con el resto del país, con las demás columnas, en el centro de comunicación internacional con el Movimiento, en un arma sicológica, porque demostraba la incapacidad del enemigo para tomarla; en un medio de consignas revolucionarias para las tropas y para todo el pueblo. Radio Rebelde se convierte en la principal arma política de la revolución».

En su intervención Jorge Enrique Mendoza Reboredo, destacó: «Que me perdone el compañero Fidel, que está presente, que yo lo diga en presencia de él, pero yo lo he dicho muchas veces. Fidel fue el que más trabajó en la Radio Rebelde de la Sierra Maestra, así, el que más trabajó; el que más escribió, por suerte, para Radio Rebelde, y esas son cosas que creo que en este instante es obligado decir».

En aquella tarde memorable el jefe de la revolución esbozó el papel de la radiodifusión cuando precisó:»Entonces yo veo ahora la radio como una gran Radio Rebelde, en un momento similar a aquel, en un momento difícil y decisivo, en que podemos tener en la radio un arma contundente en esta batalla, yo diría que más difícil y más meritoria que aquella batalla, por lo que hoy está haciendo nuestro pueblo».

El signo de una vida nueva había bajado con traje de montaña iluminado por una estrella para dar inicio al año 59 del siglo XX. Al derrumbar los arcaicos cimientos de aquella sociedad erigida sobre la explotación, la discriminación, el individualismo y el privilegio de los poderosos, nacía la radio, para dejar atrás un antes, y marchar vigorosa en un después que situaba en primero y único lugar, a la Patria y los intereses del pueblo. Con independencia del desarrollo que ya había alcanzado, hasta 1959, la radio constituía un poderoso medio de la burguesía y el imperialismo para combatir las verdaderas aspiraciones del pueblo. De ahí que sus programaciones, con dignas excepciones, estuvieran condicionadas sobre todo a estos objetivos.

La obtención de ganancias era un principio vital. Es por ello que con más de un centenar de radioemisoras sus señales llegaran a menos del 50% del territorio nacional. El campo y la montaña eran los más desprotegidos, porque el nivel adquisitivo de las familias campesinas no alcanzaba ni siquiera para comer…¿ con qué iban a comprar jabones, detergentes, cigarros…y un sinfín de productos patrocinadores de los programas, que tenían en la radio el medio ideal para imponer gustos, modelos culturales, valores éticos y estéticos, en relación directa con el modo de vida capitalista, en especial el norteamericano.? A pesar de aquel sometimiento, los artistas y técnicos se revelaban.

No hubo mordazas capaces de apagar el signo de rebeldía que patentizó Iris Dávila cuando, sobre una mención del jabón Rina, escribió la consigna «hay que tener fe que todo llega… Y recuerde que la fe mueve montañas», que evadiendo el cerco, las ondas de la radio lanzaron al éter con la música de Eduardo Saborit y la voz de Consuelito Vidal.

A partir de 1959, la radio se proyectó a todos los rincones del país con una programación que tuvo como divisa el rescate de nuestra identidad, la valoración del patrimonio cultural, propiciando la elevación del nivel cultural e ideológico, educacional y político del pueblo.

Heredera de la tradición de la radio de la Sierra, la radio toda transitó por esa senda. Era la Radio del primer país libre de América. El primero de enero de 1959 «dejamos de ser una visión, con el pecho de atleta, las manos de petimetre y la frente de niño. Dejamos de ser una máscara, con los calzones de Inglaterra, el chaleco parisiense, el chaquetón de Norteamérica y la montera de España»

La ubicación de transmisores en zonas de silencio, dotar de mayor cobertura a las cadenas que por vez primera fueron de verdad nacionales y provinciales–, la creación de nuevas emisoras en municipios, y en las zonas fundamentalmente de montaña.. y equipadas con tecnología de transmisión y de producción digital. La salida al aire de Radio Habana Cuba para romper el bloqueo informativo y llevar al mundo la verdad cubana, primero en español y después en nueve idiomas. Más allá de la magia de la onda corta, la radio utilizó la internet, y además del audio real de las cadenas nacionales, insertó los noticieros con la marca web, para convertir en internacional, a cualquier señal de radio de un municipio. La frecuencia modulada y el estéreo llegaron un día para brindarle un color más vivo y bonito al sonido. Pero el elemento más importante es el formidable destacamento de más de siete mil especialistas, con el 53 % de mujeres. Batallón de vanguardia de un ejército capaz de sembrar, cultivar ideas y de hacerlas invencibles. Se convirtió en artillería pesada en este combate de hoy.

De nuevo David contra Goliat. Solo que ahora Goliat es, cuanto más ignorante, más fiero. Mientras David erguido, invulnerable, surgido de la inmensidad del Caribe, blande un arma indestructible para salvar el más sublime derecho a vivir con dignidad en la tierra nuestra, izando la bandera de la estrella solitaria, la misma que acompañó a los mambises en la épica contienda.

Desde los días gloriosos de la Sierra Maestra cuando el grito de «Aquí, Radio Rebelde» saltaba de las lomas para anunciar un nuevo amanecer. Rebelde siempre, desde el llamamiento a la huelga general en Palma Soriano hasta la contienda sin tregua en la lucha por el rescate y el regreso a la patria de Elián, un niño, solo un niño, que se convirtió en símbolo de la unidad monolítica de todo un pueblo.

La gran batalla de las ideas, fue el arma imbatible que disparó los primeros proyectiles a través de la Mesa Redonda, a la que asistiría Fidel mientras duró el secuestro de Elián, hasta el 28 de junio de 2000.

Las ondas hertzianas han llevado al país y al exterior las voces de la niñez, la juventud, las mujeres, los obreros, los campesinos, los profesionales… para exigir la eliminación del bloqueo económico y la derogación de las leyes injustas anticubanas y asesinas, y la campaña por obtener la liberación de los cinco Héroes de la República de Cuba. Oyéndolos hablar y expresarse a través de las variadas manifestaciones del arte, la persona más desapasionada tenía que pensar: ¿cuánto talento se perdió en esta tierra antes de 1959?

La radio del país ha sido fiel reflejo de la victoria del pueblo en Girón, la firmeza ante la crisis de Octubre…la entrega solidaria de nuestros internacionalistas. Del avance incontenible de la Revolución en la economía, la salud, la educación, el deporte, la sociedad en general.

Pero la batalla de ideas es mucho más.»Como gigantes que ya se cansan de reposar, se ve que se levantan y emprenden la marcha nuestros pueblos nuevos». dijo, refiriéndose a la América el Apóstol José Martí. Y fiel al ideario del autor intelectual, Cuba no dejó desatendidos a países que viven de nuestra misma alma.

El 20 de agosto de 2000, Fidel y el presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Chávez Frías asistían a la primera graduación de 1610 médicos, egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina creada en Cuba en 1998, en la que continuaron formándose miles de médicos para otras latitudes.

¡Cómo ha conmovido escuchar por la radio a los miles de pacientes de la Operación Milagro! Muchos verán por vez primera la tierra que los vio nacer; otros reconocerán por la voz a los hijos o los nietos que les nacieron mientras estaban sumidos en la penumbra.

Nuestros periodistas han reportado las proezas de la salud pública cubana. Mujeres y hombres, que en las condiciones más difíciles han brindado su ayuda humanitaria y profesional, para salvar miles de vidas, en varios continentes.

Han pasado 50 años. Y aquella semilla germinó y creció para llegar hasta aquí inspirada por la valoración del Comandante en Jefe:»veo ahora a la radio como una gran Radio Rebelde».

Nuestra gente andará a cualquier lugar de la geografía donde se libre un combate por el desarrollo, un combate por la vida. El país continuará su camino de revolución; las grandes alamedas de la América comienzan a abrirse para dar paso a los pueblos, y nuestra radio estará ahí donde se lucha, llevando por el mundo el precepto de que «no hay proa que taje una nube de ideas. Una idea enérgica flameada a tiempo ante el mundo, para, como la bandera mística del juicio final, a un escuadrón de acorazados».

Pensamiento del Apóstol José Martí que fue cobrando vida desde la infancia, en un niño que allá en Birán, rodeado de cedros que miran al cielo todo el tiempo, en un pedazo de la geografía del Oriente insurrecto, decidió un día cumplir con el genio de Martí «y hermanar, con la caridad del corazón y con el atrevimiento de los fundadores, la bincha y la toga […] para ajustar la libertad al cuerpo de los que se alzaron y vencieron por ella» y confirmar con las acciones que emanan del precepto martiano que un mundo mejor es posible.

Han pasado 50 años. Y como ayer, hoy, mañana y siempre, las voces multiplicadas de Jorge Enrique Mendoza, Ricardo Martínez, Orestes Valera, Guillermo Pérez y Violeta Casal, dirán al mundo «aquí está la Radio Rebelde del Ché y de Fidel, desde Cuba, la isla indómita, bastión inexpugnable y símbolo de libertad y dignidad soberanas».

*Noel Pérez, convirtió a la CMKC en planta matriz de Radio Rebelde, cuando aún Santiago de Cuba estaba en manos de la dictadura, y transmitió las orientaciones de Fidel, el 1ro. de enero de 1959.

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