Al margen de toda disquisición filosófica Francisco Vilalta Cañadilla fue fiel a su época. Su instinto de hombre humilde y su naturaleza de gente de pueblo, le permitieron orientarse en la vida borrascosa de Cuba en la segunda mitad de siglo XX.
VER NOTA: Paquito Vilalta: La despedida a un destacado revolucionario
Es por esa razón que en los momentos en que se organiza la lucha revolucionaria contra la dictadura sangrienta de Fulgencio Batista, Paquito, como le llamaban, fue de los primeros en incorporarse a las células del Movimiento 26 de Julio y hacer de su puesto de trabajo en la radio, una trinchera de combate.
Operador, musicalizador y efectista del Circuito Nacional Cubano y de Radio Cadena Habana, fue una de las once personas que participaron en la grabación del Himno del 26 de julio o Marcha de la Libertad – como se le conoció en un principio- , suceso que tuvo lugar clandestinamente el 15 de febrero de 1957 en los estudios de Radio Cadena Habana.
Como combatiente revolucionario también cumplió otras tareas, como el desvió de las llamadas Jabas de la suerte, que contenían víveres que se sorteaban entre los oyentes. Los productos incautados eran destinados a alimentar a muchos combatientes obligados a permanecer ocultos ante la persecución de la soldadesca del tirano.
El radialista también se destacó por su participación en el llamado a la Huelga del 9 de abril de 1958, al responsabilizarse con la reproducción de la convocatoria por la radio.
Exiliado posteriormente en la República de Venezuela, Francisco Vilalta Cañadilla tuvo una actitud destacada en lo concerniente a la labor propagandística y de apoyo a la lucha en la Sierra Maestra.
A su regreso a Cuba se incorporó de inmediato a las tareas de transformar el orden económico y social heredado del pasado. El primer encargo fue actuar como interventor de Radio Cadena Habana y dirigirla durante la primera etapa de su transformación en emisora del pueblo.
Después ocupó distintas responsabilidades en el Instituto Cubano de Radio y Televisión, hasta su jubilación.
Al despedirnos físicamente de este inclaudicable revolucionario y esforzado hombre de radio, comprobamos una vez más la razón de la conocida tesis martiana, de que la muerte no es verdad, cuando se ha cumplido bien la obra de la vida.
Paquito Vilalta: La despedida a un destacado revolucionario
El combatiente revolucionario Francisco Vilalta Cañadilla (Paquito, como todos le llamaban) falleció este domingo 15 de noviembre.
Paquito fue miembro del Movimiento 26 de Julio y trabajador de la Radio, medio donde destacó su participación en el llamado a la Huelga del 9 de abril de 1958.
Posterior a esos hechos se exilió en la República de Venezuela, y desde allí tuvo una actitud meritoria en la labor propagandística y de apoyo a la lucha revolucionaria que tenía lugar en la Sierra Maestra.
A su regreso a Cuba ocupó distintas responsabilidades en el Instituto Cubano de Radio y Televisión hasta su jubilación. Toda su vida fue un ejemplo de entrega al trabajo y a la Revolución. Su cadáver fue cremado.