La radio, caudal fascinante de infinita riqueza y exigencia

Elocuente como siempre, accedió a contar algunos pasajes de su vida. Marisela es actriz y locutora. Como actriz se desempeña actualmente en los espacios Nuestra Novela de amor, Agente Especial, Nosotras y en el programa infantil La familia Pirulí, todos en Radio Progreso. En cada uno asume personajes de psicologías y estilos muy diferentes (niños, adolescentes, ancianos y conductora indistintamente) lo que exige mucho estudio y consagración.

Pero mas allá de su actual ejercicio, en la memoria de Marisela existen recuerdos inolvidables. Por esa razón hizo un alto en el presente y en restrospectiva recordó que «del ayer reciente cuentan los personajes “Nora” de la Novela de las 2, “Rosaura”, de Tu novela de amor, con el que obtuve una nominación al Premio Caricato 2019, así como la “Catalina” de la novela Cumbres Borrascosas, transmitida por Radio Progreso. Con este papel alcancé el Premio Caricato, en la categoria de Actuación Protagónica, del actual calendario».

Pero ¿como fueron los inicos de esta laureada devenida referente de la radio cubana? Al respecto enfatizó:

Comencé en Radio Progreso en 1981 al mismo tiempo en la televisión como parte de las prácticas docentes del curso de locución del cual soy gresada. Fue una etapa dificil de total aprendizaje con grandes maestros del medio entre ellos mi padre Abelardo Rodriguez director, actor y escritor y mi madre la primera actriz Marta Velazco entre otros pilares de la cultura. De ellos aprendi la constancia, el respeto a mi labor y la entrega ilimitada. Fue una formación de valores que me dotó de herramientas para hacer con decoro mi labor., para ser capaz de salir de un estudio luego de interpretar a una anciana y entrar en otro para caracterizar a un niño en ese desdoble necesario de los artistas solo posible cuando lo acompañamos con una alta cuota de responsabilidad, la misma heredada de mis padres y profesores.

El cuanto a su acceso a la pantalla grande Marisela afirmó:

No he tenido esa posibilidad por las continuas grabaciones en la radio y quizás porque la oportunidad real no ha llegado aún, cuando me interesa incursionar en el medio por representar nuevos aportes a mi experiencia actoral. No pasa lo mismo con la televisión, en la cual tuve varias apariciones. Hice los espacios de noticias y la cartelera en la Revista de la Mañana, en los canales 6 y 2, actualmente Cubavisión y Tele Rebelde, respectivamente, y como actriz en los programas Tras la Huella y Cuando una mujer, espacio de orientación social. No obstante mi periplo por ambos contextos considero a la radio fascinante y la visualizo como algo de infinita riqueza y exigencia, en ella tu voz es la única herramienta para llegar al oyente, de ahí que el esfuerzo sea colosal. Por otra parte, la radio te permite encarnar todos los personajes que puedas, aunque no exista correspondencia entre éste y tu imagen.

En la COCO también está la impronta de Marisela Rodriguez. Allí trabajó durante 15 años como locutora, mientras a Radio Progreso agradece su formación como actriz, y ser parte activa de la familia cubana.

En su expediente de 39 años dedicados al arte tiene varios lauros, entre ellos: el reconocimiento del público (para ella el más importante); así como las distinciones: Félix Elmusa de la UPEC, Raúl Gómez García del Sindicato de la Cultura, Julio Lot de la UNEAC (de la que Marisela es miembro), Guido García Inclán de la COCO; el Sello Laureado de la Cultura y la Condición de Artista de Mérito, el más reciente.

En esta carrera de casi 4 décadas, la familia también es otro de los grandes logros de Marisela y sobre todo la base donde esta artista fortalece todo su esfuerzo. «Tengo una hija, 2 nietos y un esposo maravilloso, quienes junto con mi madre complementan mi universo, haciéndome una mujer feliz y una profesional respetada por el pueblo».

En este acercamiento a la Marisela actriz y humana no faltó el mensaje a los que se inician en el universo artístico: «Hay que escuchar a experimentados, seguir patrones y nunca creer que lo sabemos todo, porque ahí es donde se fracasa y se pierden los sueños que un día pudieron hacerse realidad».

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